Unicaja ‘aparca’ su oficina móvil dejando sin servicio a los seis pueblos donde todavía paraba

Unicaja, la antigua Caja España, ‘aparca’ el 31 de diciembre sus unidades móviles dejando tirados a los 32 pueblos de León que todavía contaban con este servicio de proximidad.  

 

Del total de la provincia, esta decisión de la entidad afecta a cuatro municipios de la comarca: Joarilla de las Matas; Gordaliza del Pino; El Burgo Ranero, Calzadilla de los Hermanillos y Villamuñío, en El Burgo, y Matallana de Valmadrigal, en Santa Cristina, los últimos ‘supervivientes’ en el sureste leonés de este recurso totalmente apegado al medio rural y a sus moradores más vulnerables -la gente de edad- que ha ido desmantelándose hasta su liquidación, que será efectiva el 31 de diciembre. 

 

 

 

La suspensión de las rutas del ‘banco móvil’ de Unicaja se está encajando con mucha indignación, especialmente en el municipio de Santa Cristina. Aquí, concretamente en la población de Matallana, han pasado de dos sucursales a ninguna en tres meses, primero con el cierre de Abanca y después la oficina física de Unicaja, “con más de 50 años de presencia en nuestro territorio desde aquella Caja de Ahorros y Monte de Piedad”. Ahora, para terminar el año, el ‘corte’ del servicio móvil. 

 

“La clientela de ambas oficinas no se circunscribía únicamente a nuestro municipio. Estamos hablando de un área con muchas poblaciones (Izagre, Matadeón, Villamoratiel, Castrotierra, Valverde, Castrovega …) que juntas suman más de mil personas. Desde el Ayuntamiento denunciamos este nuevo revés al territorio”, manifiesta el alcalde de Santa Cristina de Valmadrigal, Ceferino Revilla. “En vista de estas decisiones, que ni nos han sido comunicadas oficialmente desde la entidad, nosotros tomaremos las nuestras. Aunque yo sólo veo una. La única arma es decidir sobre nuestro dinero”. 

 

En el Ayuntamiento de El Burgo Ranero la postura es similar. Aquí se lleva más de dos años esperando a que Unicaja de respuesta a una solicitud en la que se pedía la instalación de un cajero en El Burgo, pueblo nuclear del Camino de Santiago sin ningún servicio financiero a pesar del paso anual de miles de peregrinos.  

 

 Ante ese silencio y la suspensión del servicio de banca móvil, el Ayuntamiento no duda tampoco: “es la gota que colma el vaso. Desde luego, dejaremos de trabajar inmediatamente con la entidad y nos pondremos a negociar con quien nos ponga las cosas más fáciles y nos acerque la gestión. No vamos a pasar por alto este agravio”, adelanta el alcalde de El Burgo, Gerásimo Vallejo. 

 

Desde Gordaliza del Pino, su alcalde, Jaime Villa, se suma al sentir de sus homólogos a la vez que lamenta “cómo una pésima gestión está dejando caer” la entidad de referencia en León, lo que incluye “despidos y reducción de recursos”. “Aquí siempre han contado con la confianza de la mayoría de nuestras vecinas y vecinos. ¿Quién no conoce a algún trabajador de los que estuvo ahí? Es vergonzoso cómo en tan poco tiempo se ha ido al traste toda su estructura”.   

 

 

 

El presidente de la Diputación provincial, Eduardo Morán, avanzó la semana pasada en el marco de la presentación del proyecto de presupuestos para 2022 que la institución provincial intentará paliar la  exclusión financiera del medio rural con tres líneas en las que ya trabaja el equipo de gobierno: “Por un lado, hay una previsión de instalar, inicialmente, 35 cajeros multi entidad en pueblos que actualmente no tienen acceso a ninguna entidad bancaria; por otro, saldrá a licitación pública próximamente una oficina móvil para que una empresa autorizada realice servicios bancarios en distintos puntos del territorio, y, finalmente, se contemplan subvenciones a los ayuntamientos para que puedan facilitar oficinas a las entidades que quieran prestar atención presencial”, adelantó Morán.