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El 30 de enero a las 20:00 horas (Ateneo Varillas de León) tendrá lugar la presentación de la segunda novela del escritor Agustín Molleda (1949, Bercianos del Real Camino) que bajo el título 'E-83' destapa parte de la trama y vericuetos de la infancia que padecieron los niños criados en la Ciudad Residencial Infantil San Cayetano de León en la década 1955-1965. Una historia "real y truculenta" donde se produjeron, según el autor “episodios deleznables de pederastia”. El autor pone así al descubierto hechos silenciados durante más de cincuenta años y que ha permanecido escondidos bajo las alfombras del Palacio de los Guzmanes. “El tiránico comportamiento de los religiosos Terciarios Capuchinos en la sección de chicos de la CRISC, fue cruelmente inadecuado para el cuidado y educación de unos niños huérfanos, desvalidos y necesitados de afecto y cariño. Quien los eligió y los sostuvo en el puesto durante dos repugnantes lustros es también responsable”, indica el autor.
Sobre el autor: Nacido en Bercianos del Real Camino en 1949, Agustín Molleda residió largas temporadas entre León y Valladolid hasta que en 1985 fijó su residencia en Gijón. Se inició ya mayor en su carrera como escritor, publicando su primera novela Lo que anduve y dejé a los márgenes (Tomo I, 2012; Tomo II, 2013) donde describe con todo lujo de detalles y de manera muy singular y atrevida los sinsabores y angustias de los muchos caminantes que recorren, entre otros, los diversos caminos de Santiago de España y Portugal.
Sinopsis: Cerca del fin de sus días, el testimonio de E-83 resulta más fresco que nunca después de cincuenta años que acontecieron aquellos deleznables episodios en la Residencia Infantil San Cayetano de León, gobernada durante el período 1955-1965 por los religiosos de la Orden Terciarios Capuchinos.
Un periodista de El Diario de León decide rendir homenaje a un compañero suyo de profesión fallecido meses antes y que nunca se atrevió a contar públicamente todo lo que sufrió y padeció dentro de las paredes de aquella casa. A tal fin, contacta con E/83, uno más de los niños ‘expósitos’ que, pese al cáncer de páncreas terminal que padece, conserva viva la memoria.
Una verdad oculta, no solo por los poderes públicos y religiosos de entonces, sino por los propios niños (hoy ya personas mayores) que soportaron estoicamente las atrocidades y vejaciones de todo tipo, incluida la pederastia (abusos sexuales). Solo el orgullo y el amor propio les hicieron fuertes frente a aquellos hombres-bestias de sotana y crucifijo capaces de prostituir su alma y la de aquellos niños. Un relato espeluznante que debería poner los cimientos de esa institución ‘consagrada’ patas arriba.