Miguel Lazo, ‘el chispas de Bustillo’, cuelga las tijeras

En el día de hoy vamos a dedicarle un breve artículo a un gran profesional y mejor persona: a Miguel Lazo, también conocido por muchos como ‘el chispas de Bustillo’. 

 

Seguro que muchos de los que nos leen estarán cerca, o ya estarán disfrutando de esa merecida jubilación, al igual que nuestro amigo, hoy protagonista de estas líneas con las que vamos a intentar darle un pequeño homenaje.

 

Para hacernos una pequeña idea de su larga trayectoria vamos a remontarnos a sus comienzos, allá por el año 1975, cuando este joven leonés (al igual que muchos otros) decidió trasladarse al norte del país en busca de la manera de labrarse un futuro, ya que por aquel entonces en nuestro querido León era complicado dedicarse a otra cosa que no fuesen sus duros campos.

 

Sobre el año 1986, Miguel recala de nuevo en tierras leonesas y decide afincarse en su Bustillo natal, en el que hasta día de hoy ha desempeñado su profesión por todos y cada uno de los rincones de esta bella tierra.

 

Ha llevado luz a cientos de casas, desde tierras palentinas como Villada y Frechilla pasando por la montaña leonesa recorriendo lugares como Valdoré, Pesquera, Salamón y Cistierna.

 

Ha recorrido con su furgoneta cientos de kilómetros reparando miles de averías que se encontraba por todos los pueblos y valles de nuestra comarca: el valle Salvaje, el valle de Saldaña, Renedo, Velilla, Villaselán, Villamartín, Santamar del Monte, Villamol, Villazanzo, Almanza… ¡ay su querida Almanza! donde ha sido como un vecino más entre sus gentes.

 

Ha alumbrado con su entrega ayuntamientos, ferias y verbenas y, después de más de 40 años dedicados en cuerpo y alma a su profesión y a sus gentes, por los que ni en el día del Señor abandonaba a quien fuere que le reclamase, cuelga las tijeras que en el bolso siempre lleva. 

 

Sirva esto como un pequeño homenaje, de los muchos que se merece, nuestro querido Miguel. Así como agradecimiento a todo su esfuerzo y dedicación de parte de todos sus convecinos, amigos y, por supuesto, familia. Mucha suerte y feliz retiro. Gracias siempre.