El Ayuntamiento busca quien reflote el hotel Puerta de Sahagún para ganar 200 camas de cara a Las Edades

 

La situación sanitaria, marcada por la pandemia y las restricciones en cuanto a movilidad y aforos, presenta un panorama que complica la previsión del impacto y retorno que tendrá en Sahagún la exposición Las Edades del Hombre, incertidumbre que crece teniendo en cuenta que la villa del Cea tendrá que ‘pelearse’ con las otras dos sedes de la muestra: la ciudad de Burgos y Carrión de los Condes, en Palencia. 

 

No obstante, incluso en el peor de los escenarios, Sahagún se enfrenta a un hándicap: la oferta hotelera. Con el camping municipal pendiendo de un hilo y el hotel con más capacidad cerrado al público desde 2019, el número de camas en la villa y su entorno más próximo no llega a 250, todas ellas de hostales y alojamientos rurales, a los que se podría sumar, ya dirigidas a un público muy concreto, otras 160 camas en albergues. 

 

Aunque es indiscutible la calidad de ese entramado hotelero, con una decena de establecimientos abiertos, hay tres perfiles de turista que podrían tener dificultades a la hora de encontrar dónde dormir: los de bajo y muy bajo presupuesto, ligados a campamentos turísticos; los de alto presupuesto, que buscan alojamientos exclusivos con unas características muy determinadas y los grupos numerosos, estos últimos, también condicionados a los aforos. 

 

“Somos conscientes del reto que se presenta. Desde el Ayuntamiento se están manteniendo conversaciones con empresas interesadas en reflotar el hotel Puerta de Sahagún, de casi 200 plazas, porque sus propietarios no contemplan volver a abrir”, explica la alcaldesa de Sahagún, Paula Conde. 

 

“La demanda existe. De cara a Las Edades, muchas agencias de viajes y turoperadores ya se están poniendo en contacto con el Ayuntamiento en busca de un lugar donde ‘colocar’ a sus clientes. La oferta es muy inferior a la demanda que estamos recibiendo”, asegura el concejal del área de Turismo, Ramón Rodríguez de Alaíz. 

 

El ámbito de la restauración es diferente. Más de 1.500 ‘sillas’ entre cafeterías, bares y restaurantes -muchos con gran capacidad para grupos- cubrirán sin problema la demanda si Las Edades llegase a mover a un número parecido de visitantes que en su última edición: 300.000 personas en Lerma, según fuentes de la organización.