El Arco: carne a la brasa con pedigrí en el centro geográfico del Camino de Santiago

 

Asumiendo sin miedo y con mucho entusiasmo el reto que supone emprender en el medio rural en tiempos de pandemia, la parrilla-restaurante ‘El Arco’, radicada en las inmediaciones del Arco de San Benito, en Sahagún, abrió el pasado sábado sus puertas ampliando la oferta hostelera de la localidad con un modelo de negocio en el que la calidad de la materia prima y el fuego vivo marcarán el carácter de este enclave tan especial. 

 

Y detrás del nuevo local, dos jóvenes emprendedores: Rubén Calvo y Josué Fernández, arropados por un equipo de cinco profesionales que se encargarán de dar vida a un espacio muy cuidado, con un ambiente muy acogedor y una situación privilegiada, justo en el casco histórico de Sahagún.

 

 

 

El Arco ofrece zonas de encuentro muy definidas. Por un lado, la terraza exterior. Un puñado de mesas con vistas al Arco de San Benito que, a buen seguro, será las delicias de los peregrinos jacobeos. No en vano el restaurante está a vera de la Ruta. La zona de barra da paso al primero de los comedores, ‘recogido’ y cálido, ideal para las noches de invierno. Pero el secreto que se esconde tras las paredes de ‘El Arco’ está rebasando esta última puerta, entrada para una amplísima terraza de verano, también con vistas, y con un pequeño espacio a cubierto en el que se encuentra el ‘alma máter’ del local: su parrilla.    

 

Otro comedor, para más de 30 personas y con vistas a la vega del Cea completan las instalaciones, muy respetuosas con la arquitectura local, de ladrillo mudéjar. 

 

 

La carta de la parrilla-restaurante ‘El Arco’ se lo pone muy complicado a los indecisos. Picoteo y raciones, contundentes primeros y postres caseros hacen un recorrido gastronómico irresistible. 

 

Así, al centro de la mesa, los clásicos revisados: huevos rotos, salteados o revueltos, pulpo, callos, gambón, cecina y jamón ibérico, pimientos rellenos… y el icono de la vega del Cea: el puerro. Omnipresente en la gastronomía local, El Arco ofrece múltiples variantes de elaboración: en croqueta, acompañando unos calabacines, a la parrilla, vinagreta o rellenos de marisco. 

 

Las ensaladas también ocupan un papel destacado de la carta del restaurante, con seis variantes además de gazpacho. Siguiendo con la línea más ‘veggie’ del local, sobresalen los risottos: cuatro quesos, con setas, con gambas y almejas y negro con sepia. 

 

 

 

Pero la carne es, sin duda, el fuerte de ‘El Arco’. Con el inconfundible sabor que imprime el fuego vivo, chuletones, entrecot y solomillo con el sello ‘Bos Taurus Primigenius’ ofrecerán una experiencia gastronómica sin igual en este nuevo local radicado en las inmediaciones del Arco de San Benito.

 

Los pescados cierran el ‘viaje’ por los sentidos (lubina, dorada, merluza, bacalao…) que redondearán los postres caseros: tarta de queso, tiramisú, flan, crema de limón y queso, arroz con leche.  

 

La parrilla-restaurante ‘El Arco’ es un establecimiento autorizado para servir carne Bos Taurus Primigenius, un producto completamente innovador, con unas propiedades únicas y extremadamente delicioso.

 

La genética privilegiada de la raza más antigua de Europa, descendiente directa del Uro, la hace diferente al resto de las razas bovinas, manteniendo instintos y características primitivas propias de los ancestros bovinos eurasiáticos. El ganado, raza Sayaguesa en peligro de extinción y que pasa por un control de calidad muy escrupuloso, se cría además en la comarca, concretamente en la población de Castellanos.  

 

 

 

Se trata de animales de pura raza, nacidos en libertad, libres de tratamientos antibióticos, criados en ganaderías respetuosas con el medio ambiente en las que se mima a cada animal. Hay que decir que la normativa de la carne Bos Taurus Primigenius es muy superior a la legislación vigente y la más exigente del mercado. Es carne rica en omega3, omega6, y baja en grasa saturada.