Villamuñío y Calzadilla, contra la ‘peste’ de las macrogranjas de porcino

 

Una empresa de capital castellano prevé invertir en el municipio de El Burgo Ranero alrededor de 17 millones de euros en la construcción y puesta en marcha de dos granjas industriales de porcino en las que se alojarán, en suma, cerca de 6.300 hembras madres con lechones de hasta seis kilos y otras 1.000 cerdas de reposición.

 

Las dos explotaciones presentan características similares en cuanto a dimensiones (ocuparán siete hectáreas cada una, 1.700 metros cuadrados construidos) si bien una radicaría en terrenos de la localidad de Calzadilla de los Hermanillos y, la segunda, en terrenos de Villamuñío, a unos tres kilómetros en línea recta la una de la otra y, a otro tanto, de los núcleos de población.

 

En ambos casos las fincas responden a un único propietario “no residente en el municipio” que se muestra conforme con la intención de la promotora, “y con quienes ya se ha tenido una primera toma de contacto”, se indicó esta tarde en las reuniones informativas que organizó el Ayuntamiento de El Burgo en Villamuñío y Calzadilla para dar a conocer el anteproyecto que ya se ha presentado ante la Administración local. 

 

Como no podía ser de otra forma, la comunidad ha mostrado su rechazo frontal y se dará inicio inminentemente a una batería de acciones que logren alejar las granjas de la comarca, un controvertido modelo de explotación ganadera que, en regiones como Castilla-La Mancha, y gracias a los movimientos sociales, ecologistas y vecinales que le han plantado cara, van a conseguir frenarse ante su impacto negativo a nivel sanitario y medioambiental: gases de efecto invernadero, contaminación de agua y aire, impacto visual, olores… y su relación directa con la propagación de enfermedades.