Del Viernes, 22 de Agosto de 2025 al Martes, 23 de Septiembre de 2025

Número 47 en el examen MIR
El sahagunense Pablo Conde, en el ‘Olimpo’ de los médicos del mañana
“La variante Ómicron dejó claro el papel nuclear de la Atención Primaria y la falta de recursos”
Pablo Conde Bartolomé (Sahagún, 1997) ha conseguido hacerse hueco en el ‘Top 50’ del examen MIR, una convocatoria con casi 13.000 aspirantes que busca ordenar -según puntuación de examen más baremo- el reparto de las plazas de formación sanitaria especializada que lanza el Gobierno a nivel nacional. Con 94,12 puntos, la prueba sitúa a Conde en el puesto 47, entrando de cabeza en el ‘Olimpo’ de los médicos del mañana y permitiendo al joven elegir casi a la carta dónde continuar su proceso formativo.
Pero llegar hasta aquí no sale ‘gratis’. Seis años de carrera en la Facultad de Salamanca y siete meses de estudio intensivo tienen la respuesta. “Lo he llevado bien estos años, pero la pandemia nos lo ha puesto muy complicado. Nos han reducido mucho las prácticas, exámenes online y, a esto, el temor al contagio. De contagiar a algún paciente, de contagiarme yo… al vivir en una residencia me encerré literalmente durante meses y reduje la vida social al mínimo. Ni pueblo ni familia”.
El examen MIR (Médico Interno Residente) sintetiza en un único examen todo lo aprendido en seis años de carrera, lo que obliga a un esfuerzo final que, normalmente, supone otros siete meses de estudio intensivo. “Nos graduamos en mayo y el 15 de junio empezamos el intensivo del MIR; estudiaba ocho horas y media al día. Una saturación absoluta en la que tu vida se reduce prácticamente a comer, dormir y estudiar. El MIR no tiene temario definido por lo que la inmensa mayoría de la gente recurre a las academias. Al principio, particularmente, era reticente porque te presionan mucho y está muy definido el horario. Pero cuentan con otro tipo de recursos de apoyo y un banco de preguntas. Además, como es mi caso, los alumnos con mejor expediente pueden conseguir una beca”, explica Conde.
Pasado lo ‘peor’ Pablo tiene ahora hasta finales de abril para decidir qué dirección tomará su carrera profesional que, en ningún caso, pasará por Cirugía. “Todavía estoy pensando, pero lo que sí tengo claro es que no será ninguna Cirugía. Me gustaría tener más contacto con el paciente y también poder aplicar investigación. Parece que la COVID-19 ha deshumanizado un poco la medicina y reducido el contacto con el paciente, que es precisamente algo que me seduce. Además, no tengo pulso”, responde entre risas. Anestesia, Cardiología, Neurología… lo que este joven médico sí tiene más claro es dónde: “A una ciudad grande como Madrid, Barcelona, Valencia… son las que manejan las técnicas más novedosas y disponen de más espacio para la investigación”, sostiene.
“La variante Ómicron dejó claro el papel nuclear de la Atención Primaria y la falta de recursos”
Aunque la Medicina de Familia no entra en sus planes, Pablo Conde sí ha tenido oportunidad este año de conocer de cerca qué se ‘cuece’ en Atención Primaria. “Estuve haciendo prácticas en el Centro de Salud de Sahagún. Atención Primaria necesita refuerzos. Deberíamos estar funcionando con el mismo número de profesionales que hemos tenido durante la pandemia y ahora se están suprimiendo. La variante Ómicron dejó claro el papel nuclear de la Atención Primaria y la falta de recursos aquí es un problema que trasciende a esta región, es un mal nacional. Faltan plazas MIR. Esta convocatoria tiene sobre 8.000 para 13.000 inscritos a examen, cifra claramente insuficiente”, defiende el joven.
Preguntado si se ve como médico de familia en su pueblo, Sahagún, la respuesta se acompaña de una sonrisa: “comporta una gran responsabilidad ser médico en tu pueblo. Supongo que acabas sabiendo cosas de tus pacientes que, particularmente, no me gustaría saber. Siempre es mejor dejar ‘eso’ a gente que no sea del pueblo”.
Mientras la sanidad rural flaquea, Pablo defiende la educación rural, la que enmarcó sus primeros logros y “de demostrada eficacia”. “Tenemos los mejores resultados en las encuestas, principalmente debido a los grupos reducidos de las aulas, que permiten una mayor atención del profesorado. Es cierto que las escuelas urbanas tienen más recursos, en mi caso, por ejemplo, hablo de laboratorios. Pero tienen más personalización y ahí ganamos. Conocen al detalle tu trayectoria y cuando surge alguna dificultad es fácil ayudar. Pero vuelvo a insistir sobre la inversión. Inversión en educación, en sanidad y en investigación frenan la fuga de talentos y frenan la salida de jóvenes de los pueblos. Son nuestros tres pilares. Está muy bien venir a la ‘España vaciada’ a hacerse fotos cuando hay elecciones -hablo de todos los partidos- pero luego no tenemos trenes, no tenemos buses, no hay recursos para la escuela ni para la sanidad”, zanja Conde.
¿Qué es el MIR?
El MIR es un examen de 210 preguntas de respuesta múltiple de medicina (tipo test), que debe contestarse en un máximo de cuatro horas y media. Cada pregunta acertada vale tres puntos y cada pregunta fallada resta un punto.
A diferencia de otras oposiciones no se dispone de temario oficial pero sí de uno ‘oficioso’ elaborado a partir de exámenes de convocatorias anteriores (que son públicos) y permiten constatar el número de preguntas asignados a cada materia, así como los temas más destacados.
La nota obtenida en el examen (90 % de la nota final), junto con la valoración del baremo o expediente académico (10% de la misma) permite clasificar en orden decreciente de puntuación a todos los presentados.
Aquellos opositores que obtengan las puntuaciones más altas escogen, unos meses después en el acto de elección de plaza, habitualmente en el mes de abril, la especialidad y el hospital donde realizarán la residencia. La incorporación de los nuevos residentes suele realizarse en el mes de mayo.
![[Img #23782]](http://sahagundigital.com/upload/images/03_2022/5518_pablok.jpg)
Algil | Martes, 08 de Marzo de 2022 a las 21:18:56 horas
Enhorabuena Pablo. Me encanta que jóvenes de la zona puedan trabajar en aquello que han elegido.
Has elegido una profesión humanista, no olvides eso nunca.
Suerte.
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