Del Viernes, 22 de Agosto de 2025 al Martes, 23 de Septiembre de 2025

Iglesia de Nuestra Señora de Arbas
La parroquia de Gordaliza redescubre una pintura mural del XV que 'decoraba' el fondo de un armario
Restauración de Anabel Martínez
“Las armaduras de las naves, hoy recubiertas, se engalanaban con pinturas góticas de hojarasca, de fines del siglo XV; Además, todos los muros y pilares iban pintados a temple con historias que aún se descubren bajo la cal, y pude reconocer una Virgen de la Piedad en el fondo de un lucillo, y un Cristo Doliente: serán del mismo siglo”. Así se refería Manuel Gómez-Moreno en el Catálogo Monumental de León a la iglesia de Nuestra Señora de Arbas, en Gordaliza del Pino. Una de las arquitecturas románicas más singulares de todo el sureste leonés que, poco a poco, va recuperando las ricas pinturas murales que ‘esconde en el armario’, literalmente.
Y es que, una intervención de la restauradora Anabel Martínez, ha puesto al descubierto este verano otra de las piezas de este conjunto, una pintura que representa a la Virgen de la Misericordia, y que hacía las veces de fondo de un armario empotrado.
Explica la restauradora, que se trata de una pintura mural al seco pintada sobre un enlucido de yeso, ubicada al lado izquierdo de la puerta de entrada a la iglesia que, “con gran probabilidad, decoraría un arcosolio funerario”. “Antes de ser intervenida, este arcosolio estaba siendo empleado como armario empotrado, y la estructura y puertas de éste tapaban la pintura que quedaba oculta en el fondo. Este uso indebido y los múltiples daños sufridos a lo largo de los años hacían que la pintura mural presentara un altísimo nivel de deterioro y que algunas partes se perdieran por completo. Pese a esta desafortunada situación en la que se encontraba, podían observarse algunos detalles que hacían despertar el interés por recuperar esta obra”.
Tras la restauración, se ha conseguido poner en valor la pintura descubrir y su datación: entre finales del siglo XV y principios del XVI. “Además de mejorar notablemente la comprensión de la pintura y la identificación de elementos compositivos y personajes, ya que inicialmente, esto se hacía casi imposible debido al mal estado que presentaba”, apunta la técnico, que el próximo miércoles, tres de agosto, ofrecerá una charla en la iglesia (20:00 horas) para desentrañar todos los detalles de su intervención.
Virgen de la Misericordia
La ‘nueva’ pintura representa a Virgen de la Misericordia, que decora el fondo de un arcosolio funerario cuyo sepulcro se encuentra vacío ya que fue profanado en el pasado. Pero en la parte superior de la pintura mural se han podido sacar a la luz un par de líneas de escritura gótica que estaban ocultas y arrojan algo de información sobre esta obra: “Esta obra mando facer (…)) deGabilanes, beneficiado desta iglesia”.
En la parte central de la obra se aprecia la figura femenina de la Virgen María que porta un vestido rojo ceñido a la cintura con un cinturón marrón, un manto azul y, sobre el lugar donde estaría su cabeza (actualmente perdida por los daños sufridos) se observa un nimbo. Con los brazos extendidos cubre con su manto a una multitud de personajes que se encuentran a sus pies. En ellos se aprecia una representación de los estamentos o las distintas clases sociales. En un primer plano, dos cardenales, uno a cada lado. Junto a ellos, varios personajes ataviados con vestimentas decoradas con brocados, un tejido típico solo de las clases más altas. Uno de ellos porta una capa o manto rojo, indicativo de poder y riqueza, y una prominente barba gris. Con esfuerzo se puede intuir que una de las figuras que aparecen en la parte izquierda sería un soldado con armadura y, en segundo y tercer plano, la impronta de varios personajes de los que no queda ningún detalle que permita identificarlos. “Todos ellos, se orientan hacia la virgen, arrodillados y con las manos unidas frente al pecho, demostrando una actitud orante. Se encuentran además representados a menor escala. Este hecho marca en una jerarquía lo divino (mayor escala) y lo humano (menor escala)”, anota Anabel Martínez.
Retrato del donante
En la parte superior, a ambos lados de la figura de la virgen, se observan dos demonios alados. Ambos tienen cuernos y, uno de ellos, además de pechos femeninos, enseña una larga lengua roja. Portan un arco con el que se disponen a lanzar una flecha sobre las figuras que se encuentran más abajo, pero que cuentan con la protección de la virgen que ha intercedido para salvarlos.
“En la esquina inferior izquierda, aparece un personaje en primer plano que podemos identificar como el donante, una figura habitual en algunas obras coetáneas a esta (gótico y renacimiento) ya que se popularizó la costumbre de retratar en la obra a la persona que la encargaba o costeaba. En este caso el donante, aparece vestido enteramente de negro, también en actitud orante y es el único personaje que conserva algunos rasgos faciales. Rodeándole tenemos una cartela en la que se aprecian restos de escritura y, sin duda, albergaba alguna información valiosa sobre este personaje o sobre la obra en sí, pero lamentablemente se ha perdido casi en su totalidad. En este caso, puede suponerse que el donante aquí representado, no solo es quien manda hacer la obra si no que lo habría hecho con la intención que esta fuera su sepultura. Junto a esta figura, aparece un libro abierto, que por la disposición en la que se han dibujado los renglones podría tratarse de los evangelios”.
Estudio histórico
Tras analizar la obra de Gordaliza, Tomás Gonzalo Díaz López, encargado de llevar a cabo el estudio histórico artístico del proyecto, encontró grandes similitudes con una pintura realiza en 1485 por Diego de la Cruz –‘Virgen de la Misericordia con la familia de los Reyes Católicos’-, y que se halla en el Monasterio Cisterciense de Santa María la Real de Las Huelgas de Burgos. “Las semejanzas entre ambas obras son tan evidentes que no cabe duda de que la pintura de Gordaliza está inspirada en la de Diego de la Cruz”, apunta Díaz López.
Por otro lado, observando la obra, llaman la atención algunas marcas que parecen ser un dibujo rayado sobre la pintura, sin embargo, se trata de un dibujo preparatorio que estaría por debajo de la pintura final. En él, pueden verse el dibujo de las manos de la virgen que sujeta un puñado de flechas en cada una. La cabeza de un personaje con corona, además de otros muchos personajes que no llegaron a incluirse en la pintura final. Lo curioso es que estos detalles añaden aún más similitudes con la pintura del monasterio de las Huelgas.
Sobre la intervención
La intervención realizada por la restauradora, Anabel Martínez, ha comenzado por eliminar todos los elementos añadidos y modificaciones que había sufrido la obra. Gracias a esto, se han podido sacar a la luz zonas de la pintura que estaban ocultas bajo capas de yeso y cal. Ha sido necesario también un delicado proceso de consolidación y fijación de los estratos y los pigmentos ya que su estado era sumamente delicado y pulverulento.
También se ha realizado una limpieza físico-química de la superficie pictórica para eliminar la suciedad acumulada a lo largo de los siglos. La reintegración pictórica, se ha basado en aplicar acuarela con la técnica de la tinta plana o el puntillismo para recuperar el color perdido y hacer comprensible el conjunto pictórico sin rehacer ninguna de las partes perdidas como es el caso de los rostros de los personajes, ya que, de lo contrario, se estaría yendo en contra de los criterios vigentes de restauración que abogan por la conservación y el máximo respeto a las partes originales y la mínima intervención.
“Aunque esta obra ha llegado excesivamente perjudicada y muchas partes se han perdido irremediablemente, tras la restauración ha sido posible redescubrir y poner en valor una muestra más del patrimonio histórico-artístico que esconde la iglesia de Gordaliza del Pino”.
![[Img #24582]](http://sahagundigital.com/upload/images/07_2022/3259_dsc_3927.jpg)
“Las armaduras de las naves, hoy recubiertas, se engalanaban con pinturas góticas de hojarasca, de fines del siglo XV; Además, todos los muros y pilares iban pintados a temple con historias que aún se descubren bajo la cal, y pude reconocer una Virgen de la Piedad en el fondo de un lucillo, y un Cristo Doliente: serán del mismo siglo”. Así se refería Manuel Gómez-Moreno en el Catálogo Monumental de León a la iglesia de Nuestra Señora de Arbas, en Gordaliza del Pino. Una de las arquitecturas románicas más singulares de todo el sureste leonés que, poco a poco, va recuperando las ricas pinturas murales que ‘esconde en el armario’, literalmente.
Y es que, una intervención de la restauradora Anabel Martínez, ha puesto al descubierto este verano otra de las piezas de este conjunto, una pintura que representa a la Virgen de la Misericordia, y que hacía las veces de fondo de un armario empotrado.
![[Img #24575]](http://sahagundigital.com/upload/images/07_2022/3715_20220616_163725.jpg)
Explica la restauradora, que se trata de una pintura mural al seco pintada sobre un enlucido de yeso, ubicada al lado izquierdo de la puerta de entrada a la iglesia que, “con gran probabilidad, decoraría un arcosolio funerario”. “Antes de ser intervenida, este arcosolio estaba siendo empleado como armario empotrado, y la estructura y puertas de éste tapaban la pintura que quedaba oculta en el fondo. Este uso indebido y los múltiples daños sufridos a lo largo de los años hacían que la pintura mural presentara un altísimo nivel de deterioro y que algunas partes se perdieran por completo. Pese a esta desafortunada situación en la que se encontraba, podían observarse algunos detalles que hacían despertar el interés por recuperar esta obra”.
![[Img #24581]](http://sahagundigital.com/upload/images/07_2022/5682_dsc_3926.jpg)
Tras la restauración, se ha conseguido poner en valor la pintura descubrir y su datación: entre finales del siglo XV y principios del XVI. “Además de mejorar notablemente la comprensión de la pintura y la identificación de elementos compositivos y personajes, ya que inicialmente, esto se hacía casi imposible debido al mal estado que presentaba”, apunta la técnico, que el próximo miércoles, tres de agosto, ofrecerá una charla en la iglesia (20:00 horas) para desentrañar todos los detalles de su intervención.
![[Img #24574]](http://sahagundigital.com/upload/images/07_2022/7973_capture-20220728-114403.png)
La ‘nueva’ pintura representa a Virgen de la Misericordia, que decora el fondo de un arcosolio funerario cuyo sepulcro se encuentra vacío ya que fue profanado en el pasado. Pero en la parte superior de la pintura mural se han podido sacar a la luz un par de líneas de escritura gótica que estaban ocultas y arrojan algo de información sobre esta obra: “Esta obra mando facer (…)) deGabilanes, beneficiado desta iglesia”.
En la parte central de la obra se aprecia la figura femenina de la Virgen María que porta un vestido rojo ceñido a la cintura con un cinturón marrón, un manto azul y, sobre el lugar donde estaría su cabeza (actualmente perdida por los daños sufridos) se observa un nimbo. Con los brazos extendidos cubre con su manto a una multitud de personajes que se encuentran a sus pies. En ellos se aprecia una representación de los estamentos o las distintas clases sociales. En un primer plano, dos cardenales, uno a cada lado. Junto a ellos, varios personajes ataviados con vestimentas decoradas con brocados, un tejido típico solo de las clases más altas. Uno de ellos porta una capa o manto rojo, indicativo de poder y riqueza, y una prominente barba gris. Con esfuerzo se puede intuir que una de las figuras que aparecen en la parte izquierda sería un soldado con armadura y, en segundo y tercer plano, la impronta de varios personajes de los que no queda ningún detalle que permita identificarlos. “Todos ellos, se orientan hacia la virgen, arrodillados y con las manos unidas frente al pecho, demostrando una actitud orante. Se encuentran además representados a menor escala. Este hecho marca en una jerarquía lo divino (mayor escala) y lo humano (menor escala)”, anota Anabel Martínez.
Retrato del donante
En la parte superior, a ambos lados de la figura de la virgen, se observan dos demonios alados. Ambos tienen cuernos y, uno de ellos, además de pechos femeninos, enseña una larga lengua roja. Portan un arco con el que se disponen a lanzar una flecha sobre las figuras que se encuentran más abajo, pero que cuentan con la protección de la virgen que ha intercedido para salvarlos.
![[Img #24577]](http://sahagundigital.com/upload/images/07_2022/5160_dsc_3914.jpg)
“En la esquina inferior izquierda, aparece un personaje en primer plano que podemos identificar como el donante, una figura habitual en algunas obras coetáneas a esta (gótico y renacimiento) ya que se popularizó la costumbre de retratar en la obra a la persona que la encargaba o costeaba. En este caso el donante, aparece vestido enteramente de negro, también en actitud orante y es el único personaje que conserva algunos rasgos faciales. Rodeándole tenemos una cartela en la que se aprecian restos de escritura y, sin duda, albergaba alguna información valiosa sobre este personaje o sobre la obra en sí, pero lamentablemente se ha perdido casi en su totalidad. En este caso, puede suponerse que el donante aquí representado, no solo es quien manda hacer la obra si no que lo habría hecho con la intención que esta fuera su sepultura. Junto a esta figura, aparece un libro abierto, que por la disposición en la que se han dibujado los renglones podría tratarse de los evangelios”.
![[Img #24573]](http://sahagundigital.com/upload/images/07_2022/4675_20210903_111730.jpg)
Tras analizar la obra de Gordaliza, Tomás Gonzalo Díaz López, encargado de llevar a cabo el estudio histórico artístico del proyecto, encontró grandes similitudes con una pintura realiza en 1485 por Diego de la Cruz –‘Virgen de la Misericordia con la familia de los Reyes Católicos’-, y que se halla en el Monasterio Cisterciense de Santa María la Real de Las Huelgas de Burgos. “Las semejanzas entre ambas obras son tan evidentes que no cabe duda de que la pintura de Gordaliza está inspirada en la de Diego de la Cruz”, apunta Díaz López.
Por otro lado, observando la obra, llaman la atención algunas marcas que parecen ser un dibujo rayado sobre la pintura, sin embargo, se trata de un dibujo preparatorio que estaría por debajo de la pintura final. En él, pueden verse el dibujo de las manos de la virgen que sujeta un puñado de flechas en cada una. La cabeza de un personaje con corona, además de otros muchos personajes que no llegaron a incluirse en la pintura final. Lo curioso es que estos detalles añaden aún más similitudes con la pintura del monasterio de las Huelgas.
![[Img #24579]](http://sahagundigital.com/upload/images/07_2022/198_dsc_3920.jpg)
Sobre la intervención
La intervención realizada por la restauradora, Anabel Martínez, ha comenzado por eliminar todos los elementos añadidos y modificaciones que había sufrido la obra. Gracias a esto, se han podido sacar a la luz zonas de la pintura que estaban ocultas bajo capas de yeso y cal. Ha sido necesario también un delicado proceso de consolidación y fijación de los estratos y los pigmentos ya que su estado era sumamente delicado y pulverulento.
![[Img #24576]](http://sahagundigital.com/upload/images/07_2022/9935_20220617_180046.jpg)
“Aunque esta obra ha llegado excesivamente perjudicada y muchas partes se han perdido irremediablemente, tras la restauración ha sido posible redescubrir y poner en valor una muestra más del patrimonio histórico-artístico que esconde la iglesia de Gordaliza del Pino”.
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