En la primera parte de este tema hablaba de lo que eran el acoso y el ciberacoso escolar. Es imposible erradicar una lacra social sino sabemos que lo que es, y mucho menos si no tenemos los “medicamentos” adecuados para hacerlo.
Si observamos que nuestro hijo/a tiene cambios bruscos en su actitud, debemos preocuparnos de inmediato. La ley nos obliga a ser los mejores padres para nuestros hijos, y podemos llegar a serlo si conocemos todos los problemas que les puedan ocurrir. Si un día a nuestro hijo le falta el estuche de pinturas, al día siguiente le insultan, 3 días después no le dejan jugar al futbol, la semana siguiente le pintan la mesa… es porque nuestro hijo está sufriendo acoso escolar. Una continuidad evidente en las acciones ilógicas contra nuestros hijos significa que algo no va bien. Estas reprochables acciones provocarán en nuestros hijos excusas varias para no ir al colegio o no jugar en el parque. Deberemos preocuparnos y acudir al colegio para ver qué saben los profesores y qué medidas están tomando en el asunto.
Las causas del ciberacoso son más particulares. EL envió masivo de virus al ordenador del menor, comentarios “feos” en las redes sociales, envío de sms despectivos al móvil son algunas de las causas que provocan el ciberacoso. Si mi hija no quiere ponerse delante del ordenador, es porque tiene miedo de abrir la pantalla por lo que se pueda encontrar. Este tipo de acoso es más rápido y amplio de propagarse, por lo que las consecuencias pueden ser peores que las del acoso escolar.
Es difícil asumir que nuestros menores están sufriendo esta lacra social, pero debemos ayudarles o más rápido posible. Nuestra hija no nos contará lo que la está pasando a no ser que entre nosotros haya una relación de confianza plena. Si con mi hija hablo de todo (y digo de todo) todos los días, ella en el momento que tenga un problema, me lo contará. Si decide hacerlo, tendremos que prestarle la máxima atención y dejaremos de hacer lo que estuviéramos haciendo. Nuestra hija nos va a contar un problema, ¿hay algo más importante que eso? No lo creo. La dejaremos hablar el tiempo que haga falta, y si creemos que se la pueden escapara cosas, se las sacaremos con preguntas abiertas, del tipo ¿Qué hacen tus amigos al respecto? ¿y en el colegio conocen el tema?.
Si no sabemos a quién acudir, lo primeros que haremos es ir al colegio. Allí están obligados a saber lo que pasa. Si el problema es fuera del entorno escolar, tanto la Guardia Civil como yo estaremos preparados para informaros de todo lo que debe hacer.
Es difícil poder contar a través de este tipo de artículos todo lo que se debe saber sobre este tema. Si alguien cree que su hijo o hija sufre acoso, o bien es el que lo causa, que no dude en ponerse en contacto conmigo, pues estoy para ayudar y asesorar en esta materia. Si surgen dudas sobre lo aquí expuesto, las iré resolviendo en los comentarios.
Más de una vez lo he dicho. ‘Entre todos, podemos’.
Sergio Cuevas | Viernes, 21 de Junio de 2013 a las 12:54:11 horas
Muchas gracias por participar. Intento ser la mejor ayuda en cualquiera de los asuntos que me competen, y este es uno que me preocupa bastante.
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