Del Jueves, 16 de Octubre de 2025 al Viernes, 24 de Octubre de 2025
Cristina Domínguez
Tres décadas de intervenciones en el Palacio de los Condes
“Era un regalo envenenado pero importante. Es la razón de ser del pueblo de Grajal”
Se han invertido 4,5 millones pero necesita, al menos, 1,5 más
Cuatro millones y medio de euros separan de la ruina al Palacio de los Condes de Grajal de Campos, edificio renacentista declarado Bien de Interés Cultural, que todavía necesitará otro ‘pellizco’ de millón y medio para ver finalizada la faraónica intervención que desde hace tres décadas va despertando esta joya del siglo XVI.
Precisamente la villa terracampina acogió este fin de semana un encuentro técnico en el que se analizaron las distintas intervenciones que se suceden desde hace tres décadas sobre el conjunto, adquirido in extremis por el Ayuntamiento de Grajal de Campos en 1998 por un precio simbólico de seis pesetas.
Desde las primeras campañas de emergencia que sirvieron para poco más que dar techumbre a un edificio que se venía abajo, a las que impulsa cada verano la Escuela de Arte y Superior de
Conservación y Restauración de Bienes Culturales de León para recuperar yeserías, pinturas o azulejos. 30 años de andamiajes y una veintena de fases de obra que son ejemplo de la ‘carrera de fondo’ en la que tiene que competir el patrimonio rural, sin una protección real que se traduzca en inversiones sólidas, y con administraciones locales sin presupuesto que se ven incluso abocadas a rechazar subvenciones por carecer de fondos para hacer frente al porcentaje que normalmente reserva para el solicitante cualquier convocatoria de ayudas.
“Aquí no hay varitas mágicas”, resumió uno de los mejores conocedores de la ‘biografía’ contemporánea del palacio de Grajal, el arquitecto Ramón Cañas, director del grueso de las obras acometidas hasta la fecha. “Las restauraciones mágicas no existen, sobre todo en el patrimonio del medio rural. Es una carrera de fondo de más de una generación. A todo, fondos que siempre se quedan cortos y recursos sobrepasados por infinidad de cuestiones invisibles”, aduciendo a los daños que se van encontrando a medida que evolucionan las obras y que obligan a revisar proyectos, tiempos y euros. “Era un regalo envenenado pero importante. Es la razón de ser del pueblo de Grajal”.
La jornada sirvió para hacer recuento de las obras realizadas hasta la fecha, que suman 4,5 millones de euros, las que quedan por hacer a nivel estructural -se calcula una inversión de 1,5 millones- y las que se requerirían para completar la restauración del monumento. También se recordó el trabajo de organizaciones como Promonumenta, los que lanzaron los primeros SOS ante el estado de deterioro del edificio; el de Antonio Alonso Cortés, pertinaz investigador, o el propio tesón del Ayuntamiento de Grajal, capitaneados siempre por el veterano alcalde, Francisco Espinosa.
La experiencia formativa contó con la presencia de profesorado y alumnado del Grado en Conservación y Restauración de Bienes Culturales en la especialidad de pintura, encargados del desarrollado, entre los años 2018 y 2022, de cinco campañas de verano en el Palacio de los Vega recuperando yeserías, pinturas o cerámicas.
![[Img #25244]](http://sahagundigital.com/upload/images/11_2022/5720_dsc_3861.jpg)
Cuatro millones y medio de euros separan de la ruina al Palacio de los Condes de Grajal de Campos, edificio renacentista declarado Bien de Interés Cultural, que todavía necesitará otro ‘pellizco’ de millón y medio para ver finalizada la faraónica intervención que desde hace tres décadas va despertando esta joya del siglo XVI.
Precisamente la villa terracampina acogió este fin de semana un encuentro técnico en el que se analizaron las distintas intervenciones que se suceden desde hace tres décadas sobre el conjunto, adquirido in extremis por el Ayuntamiento de Grajal de Campos en 1998 por un precio simbólico de seis pesetas. Desde las primeras campañas de emergencia que sirvieron para poco más que dar techumbre a un edificio que se venía abajo, a las que impulsa cada verano la Escuela de Arte y Superior de
Conservación y Restauración de Bienes Culturales de León para recuperar yeserías, pinturas o azulejos. 30 años de andamiajes y una veintena de fases de obra que son ejemplo de la ‘carrera de fondo’ en la que tiene que competir el patrimonio rural, sin una protección real que se traduzca en inversiones sólidas, y con administraciones locales sin presupuesto que se ven incluso abocadas a rechazar subvenciones por carecer de fondos para hacer frente al porcentaje que normalmente reserva para el solicitante cualquier convocatoria de ayudas.
Conservación y Restauración de Bienes Culturales de León para recuperar yeserías, pinturas o azulejos. 30 años de andamiajes y una veintena de fases de obra que son ejemplo de la ‘carrera de fondo’ en la que tiene que competir el patrimonio rural, sin una protección real que se traduzca en inversiones sólidas, y con administraciones locales sin presupuesto que se ven incluso abocadas a rechazar subvenciones por carecer de fondos para hacer frente al porcentaje que normalmente reserva para el solicitante cualquier convocatoria de ayudas. ![[Img #25243]](http://sahagundigital.com/upload/images/11_2022/5441_dsc_3860.jpg)
“Aquí no hay varitas mágicas”, resumió uno de los mejores conocedores de la ‘biografía’ contemporánea del palacio de Grajal, el arquitecto Ramón Cañas, director del grueso de las obras acometidas hasta la fecha. “Las restauraciones mágicas no existen, sobre todo en el patrimonio del medio rural. Es una carrera de fondo de más de una generación. A todo, fondos que siempre se quedan cortos y recursos sobrepasados por infinidad de cuestiones invisibles”, aduciendo a los daños que se van encontrando a medida que evolucionan las obras y que obligan a revisar proyectos, tiempos y euros. “Era un regalo envenenado pero importante. Es la razón de ser del pueblo de Grajal”.
La jornada sirvió para hacer recuento de las obras realizadas hasta la fecha, que suman 4,5 millones de euros, las que quedan por hacer a nivel estructural -se calcula una inversión de 1,5 millones- y las que se requerirían para completar la restauración del monumento. También se recordó el trabajo de organizaciones como Promonumenta, los que lanzaron los primeros SOS ante el estado de deterioro del edificio; el de Antonio Alonso Cortés, pertinaz investigador, o el propio tesón del Ayuntamiento de Grajal, capitaneados siempre por el veterano alcalde, Francisco Espinosa.
La experiencia formativa contó con la presencia de profesorado y alumnado del Grado en Conservación y Restauración de Bienes Culturales en la especialidad de pintura, encargados del desarrollado, entre los años 2018 y 2022, de cinco campañas de verano en el Palacio de los Vega recuperando yeserías, pinturas o cerámicas.






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