¡Oh! glorioso San Antón, en Las Grañeras te quieren contar…

 

Aunque el día grande será el martes, 17 de enero, Las Grañeras se puso de tiros largos este domingo para rendir culto a su benefactor, San Antonio Abad, también protector de los animales. 

 

Se trata de una celebración sencilla, pero de gran carga etnográfica que hace realmente única la cita. Para empezar, toma la palabra la música de raíz. Dulzaina, caja y bombo llaman a los feligreses marcando el inicio de los actos religiosos, que se desarrollan en la iglesia parroquial bajo la mirada de la talla de San Antonio Abad y la ofrenda de roscas que después de bendecidas saldrán a subasta. 

 

Tras la misa, la imagen del santo y ‘el ramo’ de dulces son ubicados a las puertas de la iglesia, donde jóvenes y mayores escenifican uno de los capítulos más destacados del ritual: el recital de refranes. Llaman así en Las Grañeras a las rimas y coplillas dedicadas al patrón en las que se hace memoria de lo pasado durante el año, se cuenta alguna historia simpática o se pide por el bien del pueblo y sus gentes. 

 

No faltaron así los refranes, este año, cargados de sentimiento por los vecinos que ya no están, de gratitud por todo lo bueno que pasó en 2022 y también de reivindicación; un grito a favor de la España rural y la supervivencia de sus pueblos. Tres jóvenes y un veterano -el incombustible Leonis Mencía, de 90 años- pusieron la voz a la mañana de fiesta, que terminó con más música y la subasta-venta de las roscas bendecidas. 

 

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12:00 horas – Misa solemne a San Antonio Abad

13:00 horas – Tradicionales refranes y bendición de los animales

18:00 horas – Campeonato de brisca en el bar El Maestro