Del Viernes, 22 de Agosto de 2025 al Martes, 23 de Septiembre de 2025

Es madre de cinco hijos, abuela de siete nietos y bisabuela de nueve
Marisantos Alaez Pascual, la 'Chóriga' de Sahagún, cumple 100 años
Disfruta de una vida tranquila y muy lúcida
La sahagunense Marisantos Alaez Pascual sopló el pasado siete de mayo las 100 velas de su tarta de cumpleaños, la que disfrutó en familia, los ‘Chóriga’, apodo cariñoso con el que era conocido su padre (Cruz Alaez) y que se convirtió en seña de identidad familiar.
La mayor de seis hermanos, Marisantos se vio obligada a asumir responsabilidades desde muy joven tras la temprana pérdida de su madre, si bien con entereza y fortaleza, se convirtió en el pilar de su familia, cuidando a sus hermanos menores.
El amor llegó a su vida de la mano de su esposo, un pastor con quien compartió un camino lleno de aventuras y sencillez. Juntos recorrieron los pueblos de la provincia de León, viviendo sin residencia fija hasta que, tras jubilarse, regresaron a Sahagún, a la casa familiar donde Marisantos había crecido. Su vida estuvo así dedicada al cuidado de los demás, primero a sus hermanos, luego a sus hijos y finalmente a su esposo.
A pesar de las dificultades y los sacrificios, Marisantos siempre mantuvo una sonrisa y una actitud positiva. Hoy en día, con 100 años a sus espaldas, Marisantos disfruta de una salud envidiable, solo afectada por las dolencias propias de su edad. Su visión y audición han disminuido, pero su mente permanece intacta, conservando una memoria prodigiosa y la capacidad de mantener conversaciones fluidas y llenas de vida.
Su barrio, San Juan, se ha convertido en su refugio, donde pasea con su andador, saludando a los vecinos y disfrutando del sol. Marisantos es madre de cinco hijos, abuela de siete nietos y bisabuela de nueve.
![[Img #27827]](https://sahagundigital.com/upload/images/05_2024/9971_marisantos.jpg)
La sahagunense Marisantos Alaez Pascual sopló el pasado siete de mayo las 100 velas de su tarta de cumpleaños, la que disfrutó en familia, los ‘Chóriga’, apodo cariñoso con el que era conocido su padre (Cruz Alaez) y que se convirtió en seña de identidad familiar.
La mayor de seis hermanos, Marisantos se vio obligada a asumir responsabilidades desde muy joven tras la temprana pérdida de su madre, si bien con entereza y fortaleza, se convirtió en el pilar de su familia, cuidando a sus hermanos menores.
El amor llegó a su vida de la mano de su esposo, un pastor con quien compartió un camino lleno de aventuras y sencillez. Juntos recorrieron los pueblos de la provincia de León, viviendo sin residencia fija hasta que, tras jubilarse, regresaron a Sahagún, a la casa familiar donde Marisantos había crecido. Su vida estuvo así dedicada al cuidado de los demás, primero a sus hermanos, luego a sus hijos y finalmente a su esposo.
A pesar de las dificultades y los sacrificios, Marisantos siempre mantuvo una sonrisa y una actitud positiva. Hoy en día, con 100 años a sus espaldas, Marisantos disfruta de una salud envidiable, solo afectada por las dolencias propias de su edad. Su visión y audición han disminuido, pero su mente permanece intacta, conservando una memoria prodigiosa y la capacidad de mantener conversaciones fluidas y llenas de vida.
Su barrio, San Juan, se ha convertido en su refugio, donde pasea con su andador, saludando a los vecinos y disfrutando del sol. Marisantos es madre de cinco hijos, abuela de siete nietos y bisabuela de nueve.
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