Del Viernes, 22 de Agosto de 2025 al Martes, 23 de Septiembre de 2025
Calendario de la 'liga' de concursos de ollas para 2025
Sahagún y Grajal de Campos volverán a encender los fogones de su herencia ferroviaria
Estas citas gastronómicas suman participantes a cada edición
![[Img #28927]](https://sahagundigital.com/upload/images/01_2025/7687_278996056_7925357930815505_5810781626653847458_n.jpg)
En una época apresurada en la que 'robar' tiempo al tiempo forma parte de la cultura de la eficiencia y donde el consumo de procesados, unido a la creciente oferta de dietas alternativas, conviven con los maridajes sin complejos de la cocina de autor, la tradición vuelve a encender los fogones.
Y lo hará al ritmo traqueteante del calendario de la 'liga' nacional de concursos de ollas ferroviarias programados para 2025. Un almanaque que recoge las fechas de 78 eventos repartidos por otras tantas localidades del noroeste peninsular -principalmente-, entre las que se encuentran, a este lado de la provincia, las de Sahagún y Grajal de Campos.
Las personas amantes del buen yantar, que gustan de las 'delicatessen' propias de la tierra y de su elaboración con mimo en el lento bullir de un potaje, conocen bien estas dos citas gastronómicas comarcales, Sahagún y Grajal de Campos, que vuelven a formar parte del calendario oficial con sus respectivas ediciones: la quinta para Sahagún, el 23 de febrero, y la cuarta para Grajal de Campos, el 27 de abril
Sobre las ollas ferroviarias
La olla ferroviaria es, esencialmente, es un sistema de cocina que se utilizaba en los trenes de vapor para preparar comida caliente. Se trata de un recipiente metálico con un puchero de barro o porcelana en su interior que se colocaba sobre una fuente de calor, generalmente carbón, y así se cocinaban los alimentos. La olla ferroviaria nació de la necesidad de alimentar a los trabajadores del tren de La Robla, que transportaba carbón desde las minas leonesas hasta las factorías del País Vasco. Al ser un trayecto largo, los ferroviarios necesitaban una forma de preparar comida caliente a bordo del tren.
Inicialmente, se conectaba un tubo desde el serpentín de la locomotora hasta una vasija, aprovechando el vapor para cocinar. Con el tiempo, se perfeccionó el sistema utilizando carbón como fuente de calor directa. En la actualidad y cada convocatoria crece el interés tanto de participantes, dispuestos a ofrecer el mejor de los guisos, como del público, ansioso por disfrutar de un plato elaborado con cariño y paciencia. La pasión por este formato de cocina es evidente y se ve reflejada en la variada personalización a la que llegan las ollas, recipientes que alcanzan un nivel de sofisticación estética que hacen de los concursos unas exposiciones de obras de arte del utillaje culinario, a la vez que recuerdan la tradición ferroviaria de la zona y rinden homenaje al plato sencillo pero auténtico.
En una época apresurada en la que 'robar' tiempo al tiempo forma parte de la cultura de la eficiencia y donde el consumo de procesados, unido a la creciente oferta de dietas alternativas, conviven con los maridajes sin complejos de la cocina de autor, la tradición vuelve a encender los fogones.
Y lo hará al ritmo traqueteante del calendario de la 'liga' nacional de concursos de ollas ferroviarias programados para 2025. Un almanaque que recoge las fechas de 78 eventos repartidos por otras tantas localidades del noroeste peninsular -principalmente-, entre las que se encuentran, a este lado de la provincia, las de Sahagún y Grajal de Campos.
Las personas amantes del buen yantar, que gustan de las 'delicatessen' propias de la tierra y de su elaboración con mimo en el lento bullir de un potaje, conocen bien estas dos citas gastronómicas comarcales, Sahagún y Grajal de Campos, que vuelven a formar parte del calendario oficial con sus respectivas ediciones: la quinta para Sahagún, el 23 de febrero, y la cuarta para Grajal de Campos, el 27 de abril
Sobre las ollas ferroviarias
La olla ferroviaria es, esencialmente, es un sistema de cocina que se utilizaba en los trenes de vapor para preparar comida caliente. Se trata de un recipiente metálico con un puchero de barro o porcelana en su interior que se colocaba sobre una fuente de calor, generalmente carbón, y así se cocinaban los alimentos. La olla ferroviaria nació de la necesidad de alimentar a los trabajadores del tren de La Robla, que transportaba carbón desde las minas leonesas hasta las factorías del País Vasco. Al ser un trayecto largo, los ferroviarios necesitaban una forma de preparar comida caliente a bordo del tren.
Inicialmente, se conectaba un tubo desde el serpentín de la locomotora hasta una vasija, aprovechando el vapor para cocinar. Con el tiempo, se perfeccionó el sistema utilizando carbón como fuente de calor directa. En la actualidad y cada convocatoria crece el interés tanto de participantes, dispuestos a ofrecer el mejor de los guisos, como del público, ansioso por disfrutar de un plato elaborado con cariño y paciencia. La pasión por este formato de cocina es evidente y se ve reflejada en la variada personalización a la que llegan las ollas, recipientes que alcanzan un nivel de sofisticación estética que hacen de los concursos unas exposiciones de obras de arte del utillaje culinario, a la vez que recuerdan la tradición ferroviaria de la zona y rinden homenaje al plato sencillo pero auténtico.
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