Del Sábado, 18 de Octubre de 2025 al Domingo, 19 de Octubre de 2025

Día Mundial del Agua
Clamor en Valladolid contra el "saqueo ambiental" de macrogranjas y plantas de biogás en Castilla y León
Participación de Payuelo Libre y Melgar de Abajo Saludable
Valladolid se convirtió este sábado, 22 de marzo, coincidiendo con el Día Mundial del Agua, en el epicentro de la protesta contra la creciente proliferación de macrogranjas y plantas de biogás en Castilla y León. Alrededor de 2.000 personas, provenientes de diversas localidades de la región y respaldadas por colectivos de otras comunidades autónomas como Madrid y Castilla-La Mancha, se congregaron en la capital castellana para exigir la paralización de más de un centenar de proyectos que, según denuncian, representan una grave amenaza para el medio ambiente, los recursos hídricos y el futuro de sus pueblos.
La manifestación, que partió de la Plaza de Colón bajo el lema ‘No es progreso, es destrucción’, recorrió las calles de Valladolid en un ambiente marcado por la indignación y la determinación. Pancartas con mensajes contundentes, puestas en escena y el sonido de carracas, cencerros y batucadas acompañaron a los manifestantes, entre los que se encontraban representantes de plataformas vecinales como Payuelo Libre (León), en lucha contra una macrogranja de porcino en Villamuñío, y Melgar de Abajo Saludable (Valladolid), movilizada contra un proyecto de biogás en su localidad. La magnitud de la protesta se hizo evidente con la llegada de autobuses procedentes de provincias como Soria, Burgos, León, Palencia, Salamanca y Zamora, mostrando la extensión del malestar en todo el territorio.
La portavoz de los vecinos afectados, Aurora Vilariño, se dirigió a los medios para expresar la urgencia de paralizar los 101 proyectos de macroplantas de biogás y las 81 macrogranjas porcinas que actualmente se encuentran en tramitación en la región. Vilariño criticó duramente a las administraciones públicas, tanto a las consejerías de Sanidad y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León como a las confederaciones hidrográficas dependientes del Gobierno central, acusándolas de priorizar los intereses de empresas privadas financiadas con fondos públicos por encima del bienestar de los ciudadanos y la salud del medio rural. "Queremos que la administración pública empiece a velar por los intereses públicos y deje de velar por los intereses de empresas privadas", reclamó la portavoz.
Los argumentos esgrimidos por los manifestantes se centraron en el grave impacto ambiental y social de estas instalaciones. Denunciaron el uso desmedido y privativo del agua, la contaminación de suelos y acuíferos por nitratos y otros residuos, el deterioro de la calidad del aire y la consiguiente afectación a la salud de los vecinos. Además, señalaron las "falsas promesas" de empleo y desarrollo, argumentando que estos proyectos aceleran la despoblación y convierten los pueblos en "vertederos" de residuos procedentes de toda la comarca. La contaminación de los acuíferos y la pérdida de potabilidad del agua se erigieron como una de las principales preocupaciones.
En la Plaza Mayor de Valladolid, punto final de la marcha, se leyó un manifiesto en el que se alertó del "asedio" que sufre la España rural por la proliferación de estas industrias. El documento exigió la modificación urgente de las normativas que rigen estas explotaciones y denunció el uso desmedido del agua, la contaminación, el deterioro de la calidad del aire, las falsas promesas de empleo y la conversión de los pueblos en "territorios de sacrificio". El manifiesto también contrastó este modelo industrial con la riqueza y calidad de los productos locales de Castilla y León, como vinos, quesos y legumbres, cuya supervivencia se ve amenazada.
La concentración concluyó con una firme demanda a las administraciones para que apuesten por modelos sostenibles de ganadería extensiva y agricultura regenerativa, así como por energías renovables distribuidas que fomenten la economía local y el arraigo al territorio. Los manifestantes exigieron una legislación más estricta para las macrogranjas ya existentes y un cese del "asedio" a sus pueblos, reafirmando su compromiso con la defensa de su tierra, su agua y su salud. La masiva movilización en Valladolid dejó claro el profundo malestar existente en Castilla y León ante un modelo de desarrollo que muchos consideran insostenible y perjudicial para el futuro de la región.
![[Img #29508]](https://sahagundigital.com/upload/images/03_2025/4128_whatsapp-image-2025-03-22-at-145303.jpeg)
Valladolid se convirtió este sábado, 22 de marzo, coincidiendo con el Día Mundial del Agua, en el epicentro de la protesta contra la creciente proliferación de macrogranjas y plantas de biogás en Castilla y León. Alrededor de 2.000 personas, provenientes de diversas localidades de la región y respaldadas por colectivos de otras comunidades autónomas como Madrid y Castilla-La Mancha, se congregaron en la capital castellana para exigir la paralización de más de un centenar de proyectos que, según denuncian, representan una grave amenaza para el medio ambiente, los recursos hídricos y el futuro de sus pueblos.
La manifestación, que partió de la Plaza de Colón bajo el lema ‘No es progreso, es destrucción’, recorrió las calles de Valladolid en un ambiente marcado por la indignación y la determinación. Pancartas con mensajes contundentes, puestas en escena y el sonido de carracas, cencerros y batucadas acompañaron a los manifestantes, entre los que se encontraban representantes de plataformas vecinales como Payuelo Libre (León), en lucha contra una macrogranja de porcino en Villamuñío, y Melgar de Abajo Saludable (Valladolid), movilizada contra un proyecto de biogás en su localidad. La magnitud de la protesta se hizo evidente con la llegada de autobuses procedentes de provincias como Soria, Burgos, León, Palencia, Salamanca y Zamora, mostrando la extensión del malestar en todo el territorio.
![[Img #29505]](https://sahagundigital.com/upload/images/03_2025/5933_whatsapp-image-2025-03-22-at-141528.jpeg)
La portavoz de los vecinos afectados, Aurora Vilariño, se dirigió a los medios para expresar la urgencia de paralizar los 101 proyectos de macroplantas de biogás y las 81 macrogranjas porcinas que actualmente se encuentran en tramitación en la región. Vilariño criticó duramente a las administraciones públicas, tanto a las consejerías de Sanidad y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León como a las confederaciones hidrográficas dependientes del Gobierno central, acusándolas de priorizar los intereses de empresas privadas financiadas con fondos públicos por encima del bienestar de los ciudadanos y la salud del medio rural. "Queremos que la administración pública empiece a velar por los intereses públicos y deje de velar por los intereses de empresas privadas", reclamó la portavoz.
Los argumentos esgrimidos por los manifestantes se centraron en el grave impacto ambiental y social de estas instalaciones. Denunciaron el uso desmedido y privativo del agua, la contaminación de suelos y acuíferos por nitratos y otros residuos, el deterioro de la calidad del aire y la consiguiente afectación a la salud de los vecinos. Además, señalaron las "falsas promesas" de empleo y desarrollo, argumentando que estos proyectos aceleran la despoblación y convierten los pueblos en "vertederos" de residuos procedentes de toda la comarca. La contaminación de los acuíferos y la pérdida de potabilidad del agua se erigieron como una de las principales preocupaciones.
![[Img #29506]](https://sahagundigital.com/upload/images/03_2025/9773_whatsapp-image-2025-03-22-at-141529.jpeg)
En la Plaza Mayor de Valladolid, punto final de la marcha, se leyó un manifiesto en el que se alertó del "asedio" que sufre la España rural por la proliferación de estas industrias. El documento exigió la modificación urgente de las normativas que rigen estas explotaciones y denunció el uso desmedido del agua, la contaminación, el deterioro de la calidad del aire, las falsas promesas de empleo y la conversión de los pueblos en "territorios de sacrificio". El manifiesto también contrastó este modelo industrial con la riqueza y calidad de los productos locales de Castilla y León, como vinos, quesos y legumbres, cuya supervivencia se ve amenazada.
La concentración concluyó con una firme demanda a las administraciones para que apuesten por modelos sostenibles de ganadería extensiva y agricultura regenerativa, así como por energías renovables distribuidas que fomenten la economía local y el arraigo al territorio. Los manifestantes exigieron una legislación más estricta para las macrogranjas ya existentes y un cese del "asedio" a sus pueblos, reafirmando su compromiso con la defensa de su tierra, su agua y su salud. La masiva movilización en Valladolid dejó claro el profundo malestar existente en Castilla y León ante un modelo de desarrollo que muchos consideran insostenible y perjudicial para el futuro de la región.
![[Img #29507]](https://sahagundigital.com/upload/images/03_2025/7945_whatsapp-image-2025-03-22-at-123958.jpeg)
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