Las 104 vueltas al sol de Emiliana Pérez Bajo

 

 

Hay vidas que no solo se cuentan por años, sino por la historia que en ellas se teje. En Gordaliza del Pino, la de Emiliana Pérez Bajo es un relato que se suma hoy a la memoria colectiva del pueblo otros 365 días.

 

Perteneciente a una generación de mujeres infatigables, Emiliana disfruta de una vejez activa y serena, arropada siempre por el cariño de los suyos, los que este sábado acompañan a la ‘abuela de Gordaliza’ en su 104 aniversario.

 

Cada año, sin excepción, la jornada se convierte en una fiesta de la vida. Nunca faltan una gran tarta y unas velas que soplar, un ritual que marca no solo el paso del tiempo, sino la alegría de sumar otra vuelta al sol a su larga trayectoria.

 

Aunque la cifra impone, la verdad es que Emiliana no es una excepción en la comarca, donde la longevidad es un signo de identidad y no es raro encontrar vecinos que sobrepasan con holgura el siglo de vida, lo que demuestra la fortaleza de quienes habitan estas tierras.

 

Y para fuerza, la de la señora Emiliana. Viuda de Rosendo Bajo, juntos formaron una gran familia que suma dos bisnietas, tres nietos y tres hijos: Aquila, Alejandro y Tomás, este último, fallecido hace un año; “una despedida que la ha dejado tocada”, cuenta Aquila. 

 

 

 

Además de las tareas del hogar propias de su tiempo, Emiliana también supo de la dureza de la labor agrícola. “La daba tiempo a todo”, relata su hija. “Ha sido siempre una mujer súper inteligente; lástima que no pudo seguir estudiando porque tenía que ayudar a su familia en el campo, pero siempre comentaron sus mayores que era la más lista de la escuela”. De hecho, la lectura ocupa parte de su jornada diaria, también la escritura, ‘cosiendo’ los retales de una memoria prodigiosa.