Parece ser que no es del todo cierto eso de que los peces no tienen memoria, pero… ¿tenemos mucha memoria los humanos?.
Si observamos los medios de comunicación nos damos cuenta de cómo una noticia, por importante que esta sea, va siendo desplazada por las siguientes. Si es en prensa escrita pasa de ser portada a páginas de interior, más tarde a ser un breve y, de repente, un día desaparece y nadie vuelve a preguntar. En los medios digitales las noticias van bajando como si estuviesen en una escalera, desde el peldaño mas alto van cayendo y, de encabezar todos los medios, van bajando hasta su ‘desaparición’. Pero, ¿qué sucede cuando la noticia desaparece sin tener un ‘final’?.
Un caso reciente que ocupó portadas y cabeceras y que actualmente ya esta en breves y en los últimos peldaños de las escaleras, incluso en algunos ya no esta, es (fue) el de la niña encontrada muerta en Santiago. Los primeros días fue algo increíble, volví a leer la magnifica reflexión de Maria Luna publicada en Sahagun Digital titulada ‘Sensacionalismo innecesario’, porque con la detención de los padres, la noticia en algunos casos nos recordaba la prensa de los años de la posguerra hasta los años 70.
¿Qué pasará?, ¿ya no nos importa?, ¿memoria de pez?.
Podemos tocar todos los sectores. Los hay muy graciosos. La prensa deportiva, por ejemplo. Como ahora se juega al fútbol prácticamente todos los días un jugador es un genio el domingo y el miércoles le crucifican; el sábado el entrenador no entiende su oficio y el jueves es el más innovador y el más visionario… pasa de no poder entrenar ni a los juveniles a ser el próximo mejor entrenador mundial. Fernando Alonso pasa de tortuga a galgo de un domingo para otro, por poner ejemplos que casi todo el mundo conoce. Es una manera de entrenar nuestra memoria de pez.
Tenemos casos más ‘dramáticos. En política ya no tenemos memoria de pez, directamente no tenemos memoria. Apliquemos la sabiduría popular de los refranes y pongamos el que dice (con perdón) “el novio promete y promete hasta que te la mete, y después de metido, nada de lo prometido”. A nivel nacional y porque les toca, Rajoy es el novio y la sociedad la sufrida novia. Que el pez no recuerda la famosa campaña, OTAN de entrada no, por ejemplo, y para que cada palo aguante su vela.
En política local es lo mismo pero salvando las distancias. Si hubiesen construido todos los paradores nacionales que dijeron, tendríamos 3 o 4, tendríamos una maravillosa piscina climatizada, nuestro polígono sería la envidia de Castilla y León, qué digo… de todas las comunidades autónomas y parte de Europa y, lo mas importante, un nuevo centro de salud, que volverán a prometer en las próximas porque nosotros ya no nos acordaremos, que para eso somos peces. Seguro que me quedo muchas más promesas incumplidas, pero yo también soy pez.
En las próximas elecciones recordar la sanidad, la educación y sobre todo las pensiones, dejemos de ser peces, porque ya se sabe… a río revuelto… y ellos son los pescadores.
Javier Robles | Miércoles, 09 de Octubre de 2013 a las 09:41:15 horas
Eso es muy cierto Mary Carmen, es como el que siente algun mal y no va al medico, siempre pensamos que si no hacemos caso las cosas desaparecen por si solas, un claro ejemplo en esta sociedad es la Casa Real, cuando tienen un "sapo" que tragar, la estrategia es el silencio, y parece que les da resultado, porque lo olvidamos pronto, ellos saben que somos peces.
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