Emilio Vilar Emilio Vilar 1
Martes, 19 de Diciembre de 2017

Diecinueve de diciembre

[Img #5934]
 
Este anuario musical informa de la existencia de la banda municipal de música en 1930, dirigida por el compositor Teodoro Escudero, del que daremos cuenta próximamente.
Pese a que la publicación de este artículo (La Hora Leonesa 14/06/1979) no se corresponde con la fecha de hoy, lo incluimos con descarada impunidad como homenaje a la Banda de Música de Sahagún, que nos ha despertado con sus alegres dianas, nos ha encogido el corazón en las semanas santas, ha marcado el compás de la Tantáriga, amenizado el vermú en la plaza y adornado con su pasodoble tantas tardes de toros. Nuestro agradecimiento sincero a todos los hombres y mujeres que han puesto y ponen su nota musical a nuestras vidas.
El artículo es de uno de nuestros sahaguneses más ilustres, el catedrático de Filología Hispánica y reconocido cervantista Joaquín González Cuenca, premio nacional de la Real Academia Española 2005.
 
1930 – Anuario Musical de España 
 
“Sahagún 3.135 habitantes. Banda de Música Municipal.- Dto.: Escudero, Teodoro.
Elogio y conjuro de una banda de música muerta.
Las decadencias de Sahagún han sido múltiples y feroces. No quiero hablar de una abadía que fue pasmo y es poco más que un muladar. Algún día se hará el triste inventario: piedra noble convertida en bordillo de acera, capillas románicas hechas establos, dependencias monacales degradadas en viviendas de señoritos, molinos arruinados, rica biblioteca almonedada, ruinas, dolorosas ruinas inútiles, sin honor. Pero quiero mentar otros dolores.
Cuando Sahagún era un mundo de sardina arenque, sopas de sebo y casco de cebolla. Cuando el anca de rana y el conejo criado con yerbajos del camino eran casi las únicas proteínas. En el imperio del tocino rancio y el cuartillo de vino. Cuando la niñez era alpargata rota, pantalón con remiendos y tirante cruzado. Eso sí: mucho campo, mucha lagartija, perucos por Santiago y uvas en otoño. Estoy hablando del final de los años cuarenta. Antes no sé, pero conjeturo que el estrago fue mayor, la miseria más grande y la conciencia más amodorrada. De nada sirvieron claros de crispación y arrebato con desenlace sangriento. Sahagún no es Sahagún de Campos, es Sahagún de la Ruina, Sahagún del Cardo, Sahagún de la Rabia, Sahagún de la Amargura. Lo demás es silencio. Y, contradictoriamente, no conozco pueblo, es decir, gente con más gana de existencia, no conozco humanidad con genética más revuelta y vital. Ríos de sangre europea y semítica recorren los cauces interiores de esta gente, alborotando la cabeza y produciendo un habla lista que se malogra en el mote sangrante, el humor cáustico y las ideas en reyerta.
 
[Img #5935]
Pero quiero olvidarme de estas rabias y dejar paso a una banda de música que viene por las Entretorres, cruza la plazuela de San Benito y sube trabajosamente por una calle cuyo nombre de pila no se sabe, a la que después han apodado de Sanjurjo y antes –dicen- de Pablo Iglesias. La banda ha salido del Ayuntamiento con disparo de cohetes y bombas reales. Ha subido por la cuesta de Sofío, ha pasado por la plazuela de San Martín, ha bajado por la de Santiago, calle de las Monjas (de las abiertas a las encerradas, que en Sahagún ha habido y hay dos familias de monjas y las dos en la misma calle) y desde San Benito sube a morir, como nació, entre cohetes y bombas reales, en la Plaza, ante el Ayuntamiento. 
La mañana, bien cuajada, como de las ocho solares, es hermosa. En la Plaza, bajo banderitas de papel, saltan los churros aceitosos y triunfa el primer aguardiente en ayunas. Por la esquina de arriba (ya huelen los amarguillos del obrador) asoma el fulgor de latón de los instrumentos y el charol de las gorras de plato. Son quince, veinte músicos con cara de labranza que consiguen la wagneriana Bajo la doble águila, cien veces repetida marcha. Por la esquina de arriba entra la banda en la Plaza. Lo recuerdo con intensidad proustiana. Hasta la alcoba (cortina, saloncito con mesa en el centro y cómoda pegada a la pared, balcón de hierro forjado) con el gran chorro de luz que atraviesa los cuarterones medio abiertos irrumpe el guirigay de la banda, con todas las alegrías del mundo. Un Dionisios infantil me baila en la cabeza. Y mi padre, el de las canciones de la guerra de Melilla, me espabila tarareando lo que se oye en la calle.
12 de junio, diana de San Juan de Sahagún. Casi todo ha muerto. Aquella banda también. Casi todas aquellas manos que cambiaban el azadón por el clarinete o el bombardino o están deshechas entre los cipreses de la Pasarela o proletarizadas en los talleres de Bilbao. Y aquel latón sonoro que fue gloria de pasacalles y alcahuete de romerías ha sido visto con horror, oxidado, ultrajado, en manos de gamberros.
[Img #5936]Porque en el Sahagún del casco de cebolla y el pantalón remendado la banda acudía, camarada fiel, a las citas de la alegría. Precedía a las autoridades de traje limpio y nombre de martirologio (Asterio, Felícitos…) cuando se iban a los toros o a la novena del Santo bajo mazas. Bajaba con la gente al Plantío, por Pastorbono, a comer avellanas, o a la ermita de la Virgen del Puente, por San Marcos, a comer queso “de pata de mulo”. Acompañaba el vaso de tinto o el vermouth con aceitunas de después de misa los domingos de verano. Compartía, sucia de polvo y sudor, el jolgorio de la tantáriga, ese híbrido de jota y habanera que pone locos a la gente del Cea. Se ponía seria cuando iba con los labradores detrás de San Isidro y con todo el pueblo detrás de los huesos de San Juan. Triste, lo que se dice triste, sólo en la procesión de la Soledad, por Semana Santa, entre cirios, capiruchos y cruces negras. 
Malo, muy malo es que un pueblo que la tuvo propia tenga que alquilar una banda foránea para despertarse el dia de San Juan. Habría que rescatar de donde sea, aunque fuera de la muerte, a aquellos hombres, labradores, comerciantes, menestrales, que en cuadrilla azul marino se echaban a la calle con sus partituras y sus metales abollados a proclamar la alegría. Habría que decirle a don Adolfo Magdaleno, donde esté, que vuelva a coger su batuta y a caminar delante de los músicos, “bajo la doble águila”. Habría que convocar a Valentín el hojalatero, a Máximo, a Chóriga, a Primitivo, a Amador el zapatero, a Anselmo el pescador, a Bonis Morala, a Esteban, a Epifanio, a Froilán el de Correos, a Eulogio el Colorado… y pedirles que vuelvan a ser lo que fueron. Para que la calle de la Morería, la del Arco, la callejina, las escalerillas, las rondas, el Arnal, la Neverica, el Puentecanto, la torre del reloj, el caño, los huertos, la alameda, la presa…, para que hasta el último ladrillo de Sahagún, desvelado por los cohetes y la fanfarria inocente, resucite de entre los muertos”. 
 

NUEVAS INCORPORACIONES


 

 

Fragmento de la Real Orden que da la razón a dos vecinos de Galleguillos, multados en Grajal por vendimiar antes de la fecha establecida. Interpusieron recurso de alzada para revocar el acuerdo municipal argumentando que como propietarios que son, pueden vendimiar cuando lo estimen por conveniente.
 
”BOLETIN OFICIAL DE LA PROVINCIA DE GUADALAJARA” (19/12/1913)
 
[Img #9422]
 
Remigio Garrigó nos propone una tentadora oferta: le compramos sus vehículos y ganamos dinero a espuertas. 
 
”EL DIARIO PALENTINO” (19/12/1929)
 
[Img #9423]
 
[Img #9424]
 
Los términos en los que está redactada la noticia, nos hace pensar que se trató de un suicidio. 
 
”EL DIARIO PALENTINO” (19/12/1932)
 
[Img #9425]
 
 
 
Los tiempos han cambiado, ya no se roban mulas, se roban bicicletas.
 
”BOLETIN OFICIAL DE LA PROVINCIA DE PALENCIA” (19/12/1945)
 
[Img #9426]
 
Comentarios (1)
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.220

  • Jero

    Jero | Viernes, 20 de Diciembre de 2013 a las 19:42:15 horas

    ¡Ole! tus "tutos". Indultada 'tu descarada impunidad'.

    Accede para responder

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.