El retablo de Valdescapa, en capilla

El Taller Diocesano de Restauración (Centro de Conservación del Patrimonio) ha dado por finalizadas las ‘labores de rescate’ que se han desarrollado durante los últimos tres meses sobre el retablo de la iglesia de Valdescapa, conocido como el retablo de San Antón, y que presentaba un estado “precario” que “comprometía su conservación”, informan fuentes del Obispado. 

Las mismas fuentes indican que la reubicación de la pieza “del siglo XVII y de valor notable” se llevará a cabo próximamente.  

En cuanto a la intervención realizada, ésta pasó por una primera etapa de desinsectación a través de una cámara pionera en la región que somete las piezas  a temperaturas bajas, en este caso, 48 horas a menos 21 grados “dando lugar a que las larvas de los insectos mueran por crionización.  Tiene la ventaja  de ser inocuo para el manipulador”.

Otra medida de urgencia fue la consolidación interna de la madera que había perdido sus características estructurales para así permitir trabajar con seguridad de no producir nuevas erosiones en la manipulación por debilitamiento del soporte. Esto se llevó a cabo por medio de la inoculación de resina acrílica diluida con objeto de que al catalizar en el interior de los poros permitiese anclar en los bordes el injerto para reponer el volumen perdido.

Reposición y retallado, estucado y limpieza, reintegración cromática y barnizado completaron la operación y, “una vez concluidos los trabajos de consolidación, conservación y restauración se procedió al premontaje en estudio donde se corrigen los aplomes defectuosos y se lleva a cabo la intervención de carpintería que requiera. Esto supone armar la estructura completa tal como se hará en su origen en la iglesia y se repone la madera que no garantice la función sustentante, se eliminarán los hierros y clavos,  hoy inoperantes y herrumbrosos, y se suplementará lo que se necesite para corregir deformaciones”.