Un año agrícola que llega a su fin con más sobras que luces

Acabado el año agrícola lo más destacable es la pérdida de rentabilidad del sector agrario provincial. Lo que vende el agricultor estancado y lo que compra cada día es más caro.

En el cereal ha habido desde el mes de agosto un incesante goteo a la baja, que aunque no ha sido muy pronunciado, ha hecho que cerremos el año en mínimos. El el trigo ha cotizado a 171 euros la tonelada, cebada a 168,50; centeno a 180; avena a 180 y maíz a 166 euros la tonelada. 

El sector de los forrajes se ha mantenido prácticamente plano durante todo el año. El agricultor esperaba un repunte tanto de alfalfa, paja y veza al comienzo del invierno cuando el sector ganadero tira de la oferta, sin embargo este invierno tan atípico que estamos viviendo no ha hecho buenos los pronósticos.

Año raro, raro, raro en el sector de la alubia. Podemos diferenciar dos situaciones contrapuestas, por un lado las alubias de ciclo corto como la Pinta y la de Riñón que el agricultor pudo recoger en tiempo y forma pero con unos precios bajos; y por otra parte las alubias de ciclo largo como la Negra y de la Virgen, que las circunstancia climáticas, salvo contadas excepciones el agricultor ha tenido que abandonar en la finca y por tanto ante la poca oferta los precios tuvieron una subida espectacular que ni tan siquiera esta lonja fue capaz de interpretar.

Precios aceptables en el sector de la patata, que se ha mantenido sin apenas cambios durante toda la campaña. Recordar que veníamos de un año desastroso en cuanto a precios, que no sólo no cubrieron los gastos que originaron al agricultor, sino que en muchos casos supuso una pérdida por hectárea de unos 2.000 euros.

Desde esta lonja queremos desear que 2016 sea un año próspero y que realmente el sector agrícola y ganadero de la provincia sea el motor económico que todos deseamos.