Del Martes, 02 de Diciembre de 2025 al Martes, 30 de Diciembre de 2025
Redacción
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Religión
Un beato en Renedo de Valderaduey
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El obispo de San José de David, provincia de Chiriquí, en Panamá, ha decretado la apertura de la Causa de Beatificación y Canonización del religioso Moisés González Crespo, de la orden de San Agustín, fallecido hace 35 años y descendiente de la localidad de Renedo de Valderaduey,
El religioso murió de manera trágica arrastrado por los aguas del río Tabasará el 18 de diciembre de 1980, cuando iba al servicio de las comunidades indígenas en las alturas de Llano Ñopo. “Su memoria sigue viva en todos aquellos que le conocieron y trataron, de manera especial en los pueblos y campos, que fueron destinatarios de su entrega y su servicio incondicional”.
“Hombre dotado de extraordinarias cualidades”, destacó por su capacidad de integrarse en las carencias del pueblo y una lucha inacabable por defender los derechos de los indígenas, promoviendo entre ellos medios de dignidad y desarrollo. “Su terrible muerte, en un acto de donación plena al servicio de sus hermanos, le mantienen vivo en el corazón y la devoción de muchos”.
Recordado con cariño también en Renedo
Nació en Renedo de Valderaduey el 25 noviembre 1941. Hijo de Antolín González y de Daniela Crespo, profesó de religioso agustino en 1962, en el Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial y fue ordenado sacerdote en 1966.
Tras cursar estudios de Magisterio en Málaga, ejerció de profesor en el Real Colegio de Alfonso XII, en los colegios de San Agustín de Salamanca y de Málaga, y en el de Los Olivos de Málaga, de donde fue destinado a Panamá para trabajar como misionero en Tolé, en el área indígena.
“Allí estuvo hasta el año 1976, año en que fue trasladado a la ciudad de Chitré, donde trabajó como párroco de la parroquia San Juan Bautista y fue superior de la comunidad de la parroquia. Llevó a cabo una necesaria y magnífica renovación de la vida parroquial, tanto en el aspecto litúrgico como pastoral. Fue una época muy importante para la parroquia, pero muy dura y difícil para él. Su modo de actuar, seguro, sencillo y directo, le acarreó dificultades, particularmente por su defensa de los pobres de las barriadas y los varios grupos de la renovación carismática animados por él”.
El jueves 18 diciembre 1980 murió ahogado en las caudalosas aguas del río Tabasará, cuando intentaba atravesarlo a nado a las alturas de Llano Ñopo. “Su muerte fue considerada –desde el primer momento– como un signo martirial de entrega de un verdadero apóstol del evangelio”.
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BOINA | Sábado, 16 de Julio de 2016 a las 11:29:13 horas
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