Telón abajo para los juglares del reino

 

El Juramento Juglaresco (Ju-ju de La Peregrina) puso el domingo el broche de oro a la edición decimoquinta del encuentro con el que cada año la localidad de Sahagún rinde tributo a los profesionales de las artes liberales, a los maestros de la picardía. 

Así, Ju-ju, un desfile de antorchas hasta el aludido santuario y una queimada (con su obligado ‘conxuro’) cerraron los actos programados para el fin de semana; tres largos días de intenso trabajo para más de un centenar de vecinos y vecinas que a través de las distintas asociaciones que operan en el municipio han sacado adelante una fiesta que ha conseguido camuflar con mucha dignidad su ajustado presupuesto. 

Hoy son vecinos anónimos los que ayer fueron músicos, bailarines, poetas, cuentacuentos o cantineros, ganando la batalla a la climatología, –el calor fue muy intenso durante el fin de semana- para recrear la historia más festiva de la villa a cambio del aplauso del público, sin percibir ningún tipo de gratificación económica.   

La edición 2016 del Encuentro de Juglares coincidió además con dos importantes efemérides: El 950 aniversario de la coronación del rey Alfonso VI, enterrado en la villa, y el 900 de la apertura de la escuela que, según algunos historiadores, se fundó a orillas del Cea para formar en el noble arte del entretenimiento. 

A los distintos espectáculos incluidos en la programación se sumó como aliciente una novedad: la presencia de casetas gastronómicas en la Plaza Mayor con gran éxito de público, como también lo reunió el recitar que acogió la iglesia de San Tirso en memoria de uno de los juglares más populares de Sahagún: Valentín Mon, fallecido este año y fiel colaborador del encuentro que ayer bajó el telón.