Tiñendo el ocre de color e historia

 

En un lugar del Camino, de nombre Calzada del Coto,  no ha mucho tiempo que un grupo de pequeños artistas locales, dirigidos por el dibujante leonés Lolo, dieron vida a la fachada del viejo albergue de peregrinos imprimiendo allí y para siempre los símbolos de la localidad: su iglesia, su Ruta y los moradores de ésta, el Roble Mirador que todo lo sabe y hasta la vieja Punta Palmela, legajo prehistórico de aquel lugar. El maestro artista, sediento por colorear los ocres de la comarca, dirigió después sus pasos hasta la vecina Villeza, reino de avutardas y buen vino, donde consiguió sacar a la calle a la mocedad y teñir el adobe de color e historia.