El Palacio de Grajal acoge el encuentro nacional de la Fundación Avata

Desde remotos tiempos el palacio de Grajal dio cabida a importantes encuentros con los que se escribió parte de la historia de España en el Siglo de Oro. El conde de Vega, hombre de confianza del emperador Carlos V, y presidente del Consejo de Castilla de Felipe II, alzó el edificio que al día de hoy continúa acogiendo, entre sus muros de tapial y ladrillo mudéjar, encuentros civiles de diferente índole y siempre bien recibidos por las gentes de Grajal. Una vez es una cena de confraternidad de sus vecinos, otra los mercados medievales, ya una tradición en el verano graliarense, conciertos, teatro, recitales de poesía y un largo etcétera de actividades que, a lo largo del tiempo, se han venido realizando en tan singular y bello marco. El pasado viernes, otro evento ha venido a sumarse a los precedentes, el encuentro nacional de la Fundación Avata. La Fundación Avata nace a iniciativa de dos leoneses que, tras sufrir un grave accidente de tráfico se han venido dedicando por entero a la asistencia a las víctimas de accidentes viales, creando la Fundación Avata en 2010 que hoy desarrolla su actividad principalmente en el noroeste español.