“Cacicada” en Valdespino

 

Lo que acaba de ocurrir -más bien lo que está ocurriendo- resulta cuando menos anacrónico y para mi una barbaridad por la que no paso.

Resulta que al parecer hay ganaderos del pueblo que necesitan un transformador eléctrico más potente que el que tiene hasta la fecha el pueblo, pues según dicen se les caía la tensión alguna vez cuando ponían a funcionar su maquinaria y piden se instale un transformador más potente en el pueblo que subsane ese problema. Hasta aquí todo muy normal y razonable y a lo que entiendo nadie se opondría.

Pero he aquí que el señor alcalde del Ayuntamiento de Joarilla de las Matas, cede a Iberdrola (concesión para 75 años nada menos) un sitio para instalar el potente contador que resulta surrealista cuando menos se mire por donde se mire.

El pueblo cuenta (contaba) con dos zonas de jardines construidos y sufragados en tierras, árboles y mecanismos de riego por los vecinos de Valdespino (yo fui uno de ellos). Pues bien, este señor, Santiago García Mencía, alcalde por el PP desde hace no sé cuántas legislaturas, da una prueba más de sus habituales cacicadas, -favoreciendo a unos vecinos y negándoles casi respirar a otros- instalando el contador en uno de esos jardines sin importarle lo más mínimo no ya la estética y lo que hemos trabajado para mantener los mismos, sino lo que es peor, saca el transformador de su lugar de hace muchos años (en un poste a la entrada del pueblo pero en las afueras al fin y al cabo) y lo pone junto a la casa donde reside mi madre durante todo el año (anciana de 81 años) pero no sólo mi madre, sino a seis metros del cabecero de la cama de mi hermano (tiene minusvalía psíquica de grado severo) y le afecta mucho cualquier cambio, incluso los cambios de la luna. No quiero pensar cómo le van a afectar las fuertes ondas electromagnéticas que irradia el citado contador y no sólo el aparato sino todo el cableado con alta tensión que recorre la calle a lo largo afectando a otros vecinos al pasar a menos de un metro de sus casas.

¿La razón? No la sé. Ni me la ha dicho nadie. Ni el alcalde, ni el secretario, ni ninguno de los concejales en el Ayuntamiento con los que he hablado. Por eso hablo de una cacicada más. Destroza el jardín y fastidia al menos a cuatro familias con la dichosa instalación cuando encima, la Junta Vecinal del pueblo, con su presidente al frente (Javier Montes Bernardo) le ofreció para esta instalación el solar que ellos quisieran con tal de que no esté próximo a ninguna vivienda y que son propiedad de la Junta Vecinal.

Como prueba, adjunto el escrito de denuncia que, intentando se paralice la obra ha presentado el presidente de la Junta Vecinal y al que de momento ni ha contestado el señor alcalde.

Los vecinos en general, no salen de su asombro, no hay más que ver la respuesta en las redes sociales (Facebook) en las que hay un foro de Valdespino Vaca y en su totalidad se muestran incrédulos ante tal abuso de poder.

En todos los sitios se sacan las instalaciones potencialmente peligrosas fuera del casco urbano siempre que esto es posible y aquí, que estaba fuera, lo meten dentro a menos de seis metros de la vivienda de la que soy copropietario y a menos de dos de otra propiedad de otro vecino. 

Así se desenvuelve este señor. Aprovechándose de un clientelismo creado a lo largo de los años con trato desigual según de qué vecino se tratase. Lo que está claro es que aquí con esta obra ha querido y lo ha conseguido, dañar al pueblo de Valdespino en su conjunto y a nuestras familias en particular.