Promesas bajo la lluvia de Cea

Una promesa es una promesa y, así llueva a mares, toca salir, ‘mojarse’ y cumplir. Así que, empapadas hasta los huesos, las gentes de Cea salieron un año más a la calle para celebrar la fiesta de Las Candelas, una manifestación de Interés Turístico Provincial en la que los quintos llevan el peso de la representación desde hace más de cinco siglos. 

Cuenta en el pueblo, que aunque la fiesta se pierde en la memoria, en el siglo XVI, el Conde de Denia y Marqués de Lerma, señor de la villa de Cea, concedió al pueblo el disfrute y la titularidad del monte de Riocamba y mandó a cambio que se siguieran celebrando las fiestas en conmemoración de las bodas de Santa María.

“Toma rey, el ramo en vuelo y cumple las tradiciones que con sobradas razones dejaron nuestros abuelos…” Así da comienzo uno de los cánticos que pusieron la ‘banda sonora’ a la celebración, como se ha dicho, protagonizada por los jóvenes que este año cumplen su mayoría de edad. Este año se contaron 12, pero finalmente participaron en los actos cinco además del Rey y la Reina, (Pablo Getino y Elisa Rueda) los primeros en nacer de este grupo de jóvenes entusiastas que, a pesar de la meteorología, no perdieron la sonrisa ni las ganas de revivir una de las tradiciones más bonitas de todo el sureste leonés. 

La escena más emocionante de la representación arranca por la tarde. Vecinos y quintos quedan en el silo y, de ahí, comienza la marcha en busca del Rey. Ya junto a éste, se sigue la ruta hasta la casa de la Reina, que custodia con celo (este año plastificado) un colorista ramo confeccionado artesanalmente con ramas, flores de papel, dulces… Todos juntos, a capa y manteo, inician la subida hasta la iglesia, donde se desarrollan los actos religiosos.