Cristina Domínguez Cristina Domínguez 14
Viernes, 08 de Marzo de 2013
Mujer. Familia

De mi memoria

[Img #2460]

Tuve la mala suerte de perder a mis abuelas en aquella época en la que sólo me importaba el tamaño de mis tetas, la marca de mis vaqueros y ese chaval desgarbado que conducía sin carné. 
Las perdí, para mi desgracia, justo cuando mis prioridades pasaban por regatearle la paga al ‘viejo’, comprar tabaco y agarrarme una buena curda el sábado por la noche para volver victoriosa el lunes al instituto y contar las proezas del fin de semana. 
Se me fueron la dos antes de que me diese cuenta que su vida, que sus historias, merecían más la pena que escuchar los berridos de un beodo a la puerta de la discoteca intentando llevarse a alguna incauta a la cama… ¿quién no picó?...  
Cómo lo lamento… cuando veo vuestras fotos y, en ellas, rostros arados, curtidos, sabios, serenos. Cuánto me arrepiento…  cuando asaltan los recuerdos y, en ellos, lutos de dolor y de férreas costumbres que os impidieron hacer, ser libres. Cuánto os echo de menos… cuando necesito consejos sin paños calientes, saber de mi propia memoria. 

Tuve la mala suerte de conocer a mi madre cuando sólo me importaba encontrar la excusa perfecta para pirar de casa, dejar el hogar, volar, los otros aromas… cuando su presencia me incomodaba, cuando renegar de su vientre me hacía sentir poderosa.  
Perdí mi tiempo y ella perdió el suyo, intentando sujetar mi mano y, paciente, educarme en la sencillez, la empatía… esos valores humanos que ahora proclamo y que no hace tanto rechacé sin pudor. 
Cómo lo lamento… cuando, al mirarte, advierto las marcas del trabajo duro y la generosidad mayúscula que no veo en las mías. Cuánto me arrepiento… cuando, al escucharte, dibujas ese álbum lleno de recuerdos, buenos, fotos de las que me escondía con cara de ‘me la pela’. Cómo te echo de menos… cuando necesito consejos sin paños calientes, saber de mi propia memoria.     

Tuve la mala suerte de conocer a mi hermana cuando nuestros caminos ya se habían separado, en aquella época en la que ella sólo era un pequeño lastre que me aguaba la fiesta y se chivaba de mis vicios. La perdí, para mi desgracia, justo cuando más necesitaba escuchar mis defectos y no las virtudes que con tanta generosidad me regalaban los que entonces creí mi familia.  
Perdí y mi tiempo y ella perdió el suyo, dejándose la voz entre la sombra.
Cómo lo lamente… cuando, al mirarte, me doy cuenta de lo lejos que quedaron esas tardes de juego y risa pura. Cuánto me arrepiento… cuando, al mirarte, veo otra mujer, otro yo. Cómo te echo de menos… cuando necesito consejos sin paños calientes, saber de mi propia memoria.  

Pero tuve la suerte de recobrar la cordura; algo de cordura. Mi familia. La que ahora crece y suma sillas a la mesa. Mi familia. La de esas mujeres fuertes, amorosas, buenas, generosas, a las que debo tantas horas… Mi familia, mis mujeres. Para ellas todo. Os quiero.  

Comentarios (14)
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  • Quirino

    Quirino | Lunes, 12 de Marzo de 2018 a las 22:54:09 horas

    Eres valiente. Recordar como tú recuerdas, no siempre es grato, ni nos lleva a descubrirnos como nos imaginábamos. Tanto tú, como Gaspar en su escrito de esta semana, habláis de la generosidad de nuestros abuelos, de nuestros padres, una generosidad que yo recuerdo cada día, repito: cada día y, a la que yo no consigo llegar. Espero que la vida y el recuerdo de todas estas personas que queremos y añoramos, nos ayuden y nos empujen a ser un poco mejores.

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  • CLARA DIEZ ROJO

    CLARA DIEZ ROJO | Jueves, 08 de Marzo de 2018 a las 11:04:02 horas

    Geniales estas palabras con las que nos identificamos tantos y tantas. La vida es un continuo "aprender" y aunque yo soy de las muchas personas que no vive ahí pero tiene fuertes raíces en la zona solo decirte que gracias por este articulo y gracias por estar ahí

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  • monica

    monica | Sábado, 09 de Marzo de 2013 a las 17:05:14 horas

    Es una pena que necesitemos perder algo tan importante para conseguir cordura.

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  • Sergio Cuevas

    Sergio Cuevas | Viernes, 08 de Marzo de 2013 a las 19:12:27 horas

    Me has emocionado. Seré repetitivo, cansino, poco original, pero otro sentimiento es imposible causar leyendo estas líneas. El tiempo se lo lleva todo, el tiempo lo cura todo. Evita que a los tuyos les suceda eso. Juega, disfruta, vive, rie, llora con las mujeres de ahora.

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  • ana

    ana | Viernes, 08 de Marzo de 2013 a las 17:26:35 horas

    Muy bonito...las cosas de verdad importantes, siempre dejan huellas para poderlas recobrar de alguna manera...

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  • Enrique Onis

    Enrique Onis | Viernes, 08 de Marzo de 2013 a las 14:07:41 horas

    yo tambien me he dado cuenta de muchas cosas cuando quizas ya era tarde y no podia decirselo a quien ya no estan....aun asi creo que la cordura volvio a mi o yo a ella....y tengo la ocasion y el tiempo para recuperar algo de lo perdido...me han encantado tus lineas un abrazo

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  • Luis Ángel

    Luis Ángel | Viernes, 08 de Marzo de 2013 a las 12:50:00 horas

    Yo también tengo el alma como una casa llena de mujeres.

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  • María Luna

    María Luna | Viernes, 08 de Marzo de 2013 a las 12:43:58 horas

    Todas nos vemos reflejadas en tus letras pues todas hemos hecho alguno de esos desplantes y nos arrepentiremos toda la vida posiblemente hasta que una de nuestras pequeñas mujeres nos los hagan a nosotras y nos demos cuenta que es Ley de Vida. Enhorabuena por esta idea tan chula que has tenido, hay verdaderas joyas escritas.

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  • Yhuna

    Yhuna | Viernes, 08 de Marzo de 2013 a las 12:15:23 horas

    Simplemente, precioso!

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  • Elena Andrés

    Elena Andrés | Viernes, 08 de Marzo de 2013 a las 11:26:33 horas

    Me han encantado los sentimientos y frescura de tus palabras, y me siento muy identificada con ellas. La foto tampoco hay que perdérsela. Enhorabuena

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  • Coral

    Coral | Viernes, 08 de Marzo de 2013 a las 11:01:11 horas

    Es conmovedoramente realista. Uno se reconoce un poco en ese escrito, digo un poco porque yo tuve la suerte de disfrutar de una de mis abuelas mucho tiempo. Con mi abuela que era fantástica, muy emprendedora y muy actual para su època, maestra, agricultora, madre de 6 hijos, presidenta de una asociación de mujeres en su pueblo;, tuve la suerte de compartir muchas conversaciones y desvelos con ella, antes de que un suave viento de madrugada se la lleva a los 92 años un mal día de febrero.

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  • Yo

    Yo | Viernes, 08 de Marzo de 2013 a las 10:58:13 horas

    Me siento muy identificada con tus palabras, yo sí piqué, yo también renegué del vientre de mi madre; yo también perdí el tiempo y ahora me arrepiento mucho. Enhorabuena, muy acertadas tus palabras para la gente de mi generación

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  • susana

    susana | Viernes, 08 de Marzo de 2013 a las 10:29:31 horas

    Como me has hecho pensar

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  • Esther

    Esther | Viernes, 08 de Marzo de 2013 a las 09:23:48 horas

    Me encanta!!!!!

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