Del Jueves, 18 de Septiembre de 2025 al Domingo, 28 de Septiembre de 2025

Protagonistas de la historia IV
Fray Bernardino de Sahagún
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Hacia el año 1499 nace en Sahagún, Bernardino de Ribera, apellido que más tarde cambiarÃa por el del nombre de su pueblo natal, donde pasará su niñez y parte de juventud.
Se traslada a Salamanca, y estudia en su Universidad dónde se ordenó sacerdote franciscano. A la edad de 29 años, junto con otros frailes franciscanos, se embarcó hacia América en una misión evangelizadora. Allà permanecerá el resto de sus dÃas y allà falleció, nonagenario, en 1590.Â
Sus primeros años en la Nueva España trascurrieron en Tlalmanalco, para luego ser guardián (y probablemente fundador) del convento de Xochimilco; posteriormente funda el imperial Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, con el que estuvo vinculado hasta su muerte.
Aprendió el ‘náhuatl’, el idioma más extendido entre los indÃgenas y se consagró a la enseñanza y a la investigación sin dejar de ejercer su ministerio sacerdotal.
Además de tener muy buena presencia (lo escondÃan los religiosos ancianos a la vista de las mujeres) fue un hombre fuerte, sano y gran trabajador, que se adentró en la complejidad del mundo indÃgena con un revolucionario y riguroso método de investigación cientÃfica, con el que consiguió de propia boca de los indÃgenas información detallada de idioma, costumbres, naturaleza, creencias, lo que hoy en dÃa llamamos cultura de un pueblo.
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Su ‘Historia general de las cosas de la Nueva España’, recopilación en doce tomos de costumbres, mitos y leyendas aztecas, es considerada por los etnólogos la mejor fuente para la antigüedad mexicana. Lo más destacable de este tratado es el método de investigación empleado, confeccionó un cuestionario previo, seleccionó a los informadores y recurrió a intérpretes nativos que escribÃan al dictado náhuatl. En su dÃa, la Iglesia confiscó la obra al considerar que se oponÃa a la labor misionera.
Los nueve primeros tomos tratan de los dioses y diosas, de las fiestas en su honor, de las creencias sobre la inmortalidad del alma y de las ceremonias fúnebres, asà como de la astrologÃa judicial, los augures y adivinos. Los libros X y XI contienen un diccionario, y el XII expone la conquista de México en su versión indÃgena. Obra metódica y de importancia excepcional, representa un tesoro de conocimientos etnográficos, arqueológicos e históricos que constituye una contribución fundamental al conocimiento de los indÃgenas en su primitivo tipo de vida, de la vida intelectual y polÃtica.
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Su única obra publicada mientras vivió fue ‘Psalmodia christiana y sermonario de los sanctos del año en lengua mexicana’. Otras obras: en náhuatl: EpÃstolas y Evangelios, Sermones mexicanos, Catecismo de la doctrina cristiana, Libro de las Postillas, Exercicios quotidianos; en castellano, latÃn y nahuatl, Vocabulario trilingüe; en castellano, Manual del cristiano, Calendario mexicano, Arte adivinatorio, Arte de la lengua mexicana, Vida de San Bernardino…
El destino de su obra va desde el Vaticano a la biblioteca de Florencia, tras sobrevivir a la orden de Felipe II de retirar su obra, pero afortunadamente podemos disfrutar de su edición facsÃmil. Actualmente existe una ciudad industrial en el Estado de Hidalgo que lleva su nombre, Ciudad Sahagún, en su honor.
La obra de Fray Bernardino de Sahagún -El Códice Matritenses y el Códice Florentino- ha sido inscrita en el registro Internacional del Programa Memoria del Mundo de la UNESCO en el año 2015.
![[Img #16666]](upload/img/periodico/img_16666.jpg)
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Hacia el año 1499 nace en Sahagún, Bernardino de Ribera, apellido que más tarde cambiarÃa por el del nombre de su pueblo natal, donde pasará su niñez y parte de juventud.
Se traslada a Salamanca, y estudia en su Universidad dónde se ordenó sacerdote franciscano. A la edad de 29 años, junto con otros frailes franciscanos, se embarcó hacia América en una misión evangelizadora. Allà permanecerá el resto de sus dÃas y allà falleció, nonagenario, en 1590.Â
Sus primeros años en la Nueva España trascurrieron en Tlalmanalco, para luego ser guardián (y probablemente fundador) del convento de Xochimilco; posteriormente funda el imperial Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, con el que estuvo vinculado hasta su muerte.
Aprendió el ‘náhuatl’, el idioma más extendido entre los indÃgenas y se consagró a la enseñanza y a la investigación sin dejar de ejercer su ministerio sacerdotal.
Además de tener muy buena presencia (lo escondÃan los religiosos ancianos a la vista de las mujeres) fue un hombre fuerte, sano y gran trabajador, que se adentró en la complejidad del mundo indÃgena con un revolucionario y riguroso método de investigación cientÃfica, con el que consiguió de propia boca de los indÃgenas información detallada de idioma, costumbres, naturaleza, creencias, lo que hoy en dÃa llamamos cultura de un pueblo.
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![[Img #16667]](upload/img/periodico/img_16667.jpg)
Su ‘Historia general de las cosas de la Nueva España’, recopilación en doce tomos de costumbres, mitos y leyendas aztecas, es considerada por los etnólogos la mejor fuente para la antigüedad mexicana. Lo más destacable de este tratado es el método de investigación empleado, confeccionó un cuestionario previo, seleccionó a los informadores y recurrió a intérpretes nativos que escribÃan al dictado náhuatl. En su dÃa, la Iglesia confiscó la obra al considerar que se oponÃa a la labor misionera.
Los nueve primeros tomos tratan de los dioses y diosas, de las fiestas en su honor, de las creencias sobre la inmortalidad del alma y de las ceremonias fúnebres, asà como de la astrologÃa judicial, los augures y adivinos. Los libros X y XI contienen un diccionario, y el XII expone la conquista de México en su versión indÃgena. Obra metódica y de importancia excepcional, representa un tesoro de conocimientos etnográficos, arqueológicos e históricos que constituye una contribución fundamental al conocimiento de los indÃgenas en su primitivo tipo de vida, de la vida intelectual y polÃtica.
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![[Img #16668]](upload/img/periodico/img_16668.jpg)
Su única obra publicada mientras vivió fue ‘Psalmodia christiana y sermonario de los sanctos del año en lengua mexicana’. Otras obras: en náhuatl: EpÃstolas y Evangelios, Sermones mexicanos, Catecismo de la doctrina cristiana, Libro de las Postillas, Exercicios quotidianos; en castellano, latÃn y nahuatl, Vocabulario trilingüe; en castellano, Manual del cristiano, Calendario mexicano, Arte adivinatorio, Arte de la lengua mexicana, Vida de San Bernardino…
El destino de su obra va desde el Vaticano a la biblioteca de Florencia, tras sobrevivir a la orden de Felipe II de retirar su obra, pero afortunadamente podemos disfrutar de su edición facsÃmil. Actualmente existe una ciudad industrial en el Estado de Hidalgo que lleva su nombre, Ciudad Sahagún, en su honor.
La obra de Fray Bernardino de Sahagún -El Códice Matritenses y el Códice Florentino- ha sido inscrita en el registro Internacional del Programa Memoria del Mundo de la UNESCO en el año 2015.
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