L.A.R. Peradejordi L.A.R. Peradejordi 1
Jueves, 07 de Marzo de 2013

Jueves, 7 de marzo

Sahagún Digital tiene el placer de presentar a sus lectores y lectoras el último trabajo de Luis Ángel Ruiz Peradejordi: ‘Esperando la primavera. Por tierras y campos’. Se trata de un diario poético (Diario de un anhelo) que, a partir de hoy, reproduciremos aquí por capítulos.

[Img #2499]

A manera de explicación
De algún modo, el hombre tiene necesidad de justificar ante los demás e, incluso, ante sí mismo, las decisiones y las actitudes que adopta frente al hecho vital, la existencia humanamente entendida. Esa necesidad es la causa por la que escribo estas palabras.
En alguna ocasión, enfrentado a la piedra convertida en capitel, o relieve, o gárgola, me ha invadido el deseo de comunicar con el hombre-artista que supo plasmarla; ser capaz, no sólo de admirar su obra, sino de entenderla; es más, incluso vivirla, poder entrar en resonancia con ella, saber el sentir que embargaba las manos que empuñaron el cincel y la maza. Pienso que hay un enorme caudal de sentimientos inundando cada uno de los rincones por los que nos movemos; pero lo hacemos tan deprisa, que solamente llevamos abiertos los ojos de la cara, teniendo cerrados los ojos del alma. Miramos y no vemos.
Las páginas que anteceden, no descubren nada nuevo. Son el reflejo de las sensaciones que  han ido despertando en mí, a lo largo de los días, cualquiera de las cosas que nos rodean. Vistas, eso sí, por mí, bajo mi particular prisma, que se encuentra mediatizado por mis estados de ánimo. En ellas, hay alegría, tristeza, curiosidad o desesperanza, porque, como está dicho, nada de lo humano me es  ajeno.
He querido colocarme ante la existencia con los ojos abiertos, partícipe de la vida, pero también espectador. Mas, fundamentalmente, intento transmitirme, ponerme en resonancia con otras gentes que puedan entender lo que yo siento e, incluso, adivinar por qué lo siento.

Jueves, 7 de marzo
Con la cámara he estado sacando fotos de estos lugares. El mismo paisaje repetido que se encuentra una y otra vez, como si fuese copia de sí mismo. Y, sin embargo, no deja de tener atractivo; aparece a primera vista yermo, vacío  y, en esa mueca detenido, se diría que está esperando soles de primavera para volver a la vida.
Barro; todo se ha vuelto barro, las tierras, los caminos, las casas, los pueblos... hasta los hombres son mas barro que nunca.
Llora el cielo, asustado de su propia oscuridad, temeroso de las tinieblas en que envuelve el día y sus lágrimas las convierte en barro la arcilla roja y pegajosa de esta tierra. Huele a tierra mojada y a humus. Olores que suben del suelo y asaltan a uno, golpeándole la nariz como una bofetada.
Una raya de claridad se destaca contra el horizonte, haciéndonos pensar en otras tierras de luz y sol, tierras a las que somos extraños; tierras siempre lejanas, a duras penas intuidas, soñadas.
Colgada del hombro la cámara, paso por delante del huerto de Erasmo. Paciente y cuidadoso, lo tiene hecho un primor. Las hileras de fréjoles, rectilíneas, trazadas a golpe de horizonte. Los árboles cavados. Un pilón con agua y contra él apoyadas un par de azoletas y una azada. Cercano a la caseta, protegido por la proximidad de la cerca, hay un almendro. No es esta tierra un buen lugar para el arraigo de estos árboles. El almendro, el loco almendro, valiente, impulsivo y atrevido, al que dos días de calor le bastan, ya ha florecido. Raquítico en sus ramas, las cuajó de flores blancas, que han destrozado, inmisericordes, el viento y las heladas. Los pétalos por el suelo, tapizan la tierra.

Comentarios (1)
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.89

  • Rogelio

    Rogelio | Jueves, 07 de Marzo de 2013 a las 20:50:52 horas

    Magnífica la descripción de un momento y magnífica igualmente la idea de ustedes de publicar un tramo de sentimientos de la gente que es o fue de la tierra, para que los que fuimos volvamos a ser de la tierra.

    Accede para responder

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.