Del Martes, 02 de Diciembre de 2025 al Martes, 30 de Diciembre de 2025
Redacción
La trenza de 30 kilómetros de Fidel Tocino
Si yo tuviera una cuerda…
“Mira. Mira bien a ver si ves un nudo o un empalme… 30 kilómetros de trenza, todo seguido, y te digo que no lo encuentras”. Dice que son 30 kilómetros los que mide su cuerda trenzada, pero lo cierto es que perdió la cuenta hace meses, cuando las dimensiones de la madeja azul que preside el corral de la casa de Fidel Tocino, en San Pedro de las Dueñas (Sahagún), ya no le permitían moverla del sitio y comprobar qué longitud tiene ya ‘el bicho’.
Lleva desde 2014 trenzando y dando forma a un ovillo de material plástico reciclado, recuperando trozos de cuerda azul que se encuentra por las eras o le proporciona Conchi, la del bazar de Sahagún, de los restos de embalaje que llegan a la tienda.
Aunque dice que ya tiene material suficiente para ahorcar a más de uno (“lo digo de broma…”) no duda en seguir dándole a la cuerda y “llegar con ella hasta Benidorm si hace falta” ciudad donde pasa el tiempo frío y disfruta (y mucho) del ambiente costero.
Como pasa casi siempre con estas cosas, “la afición por el trenzado empezó a lo bobo” jugando con un trozo de cuerda que encontró por ahí tirado y haciéndola girar hasta depurar una técnica de 16 hebras con la que produce tres metros de cuerda firme en una hora. “Lo del color no tiene misterio alguno. Empecé con un trozo azul y, por no cambiar el color… Lo peculiar de esta cuerda, además de su longitud, es que no tiene ni un solo nudo. Ni un empalme. Es continua”, farda Fidel mientras se dispone a casar otro mazo.
Entre giro y giro, historias de Alemania, donde fue a currar –“nací trabajando”, resopla- y de su querida Benidorm, donde es el rey del chiste, del baile y la guasa… “730 kilómetros más de cuerda para llegar hasta ahí. Estaría bueno…”, vacila Fidel Tocino, ahora jubilado.
“Mira. Mira bien a ver si ves un nudo o un empalme… 30 kilómetros de trenza, todo seguido, y te digo que no lo encuentras”. Dice que son 30 kilómetros los que mide su cuerda trenzada, pero lo cierto es que perdió la cuenta hace meses, cuando las dimensiones de la madeja azul que preside el corral de la casa de Fidel Tocino, en San Pedro de las Dueñas (Sahagún), ya no le permitían moverla del sitio y comprobar qué longitud tiene ya ‘el bicho’. ![[Img #17603]](upload/img/periodico/img_17603.jpg)







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