Del Viernes, 22 de Agosto de 2025 al Martes, 23 de Septiembre de 2025

Del Estado del Bienestar a la 'solicaridad'
Asistimos diariamente a campañas solidarias que tratan de paliar algunas catastróficas realidades personales a las que ha conducido el desplome de nuestro sistema económico, llamado también crisis.
Pero lo que supone, a priori, una virtud humana, la empatía que nos lleva a conocer y a comprender los sentimientos de los que sufren por el presente y, lo que es peor, por la falta de esperanza en el futuro, esa virtud, digo, puede volverse contra nosotros, llevando a la sociedad a suplir con la solidaridad lo que le correspondería resolver al propio Estado...
Asistimos diariamente a campañas solidarias que tratan de paliar algunas catastróficas realidades personales a las que ha conducido el desplome de nuestro sistema económico, llamado también crisis.
Pero lo que supone, a priori, una virtud humana, la empatía que nos lleva a conocer y a comprender los sentimientos de los que sufren por el presente y, lo que es peor, por la falta de esperanza en el futuro, esa virtud, digo, puede volverse contra nosotros, llevando a la sociedad a suplir con la solidaridad lo que le correspondería resolver al propio Estado. Con esto no quiero juzgar negativamente la solidaridad, nada más lejos de mi intención, yo también, como muchísimos ciudadanos, participo en algunas de esas actividades dentro de mis posibilidades y de mi grado de compromiso. Mi intención es ver las cosas desde otro ángulo. Solidaridad sí, urgencia en la respuesta a la necesidad inmediata también, pero el establecimiento de un sistema paralelo que sustituya al Estado en el reparto del auxilio, alejándose de conceptos fundamentales como la justicia social, proyectaría una sombra cercana a las épocas más duras de nuestra historia reciente. Hemos superado con creces las expectativas de la caridad medieval, aquella que se administraba a través de hermandades y cofradías, casas de misericordia, lóbregos orfanatos, incluso los señores feudales ofrecían un amparo a sus vasallos al tiempo que contribuían a su explotación, generando con ello una relación de perpetua sumisión. Durante siglos, la caridad la ejerció casi de manera exclusiva la Iglesia a través de sus instituciones caritativas, pero no voy a hacer una lista temporal de todas las formas de 'solidaridad y caridad' a través de los siglos, principalmente porque no soy historiadora y esto es solo un artículo de opinión más o menos documentado. En este salto mortal en la historia, observamos cómo se resolvieron estos problemas sociales durante los años de la dictadura franquista. A la Iglesia se sumaron entonces instituciones creadas por el propio aparato estatal, con fondos públicos y privados, y fuertemente vinculadas a aquella. Este tipo de asistencia fue discrecional y graciable, es decir, no sujeto a ley o norma. ¿Qué implicaba esto? Por una parte era una prestación residual sujeta a la caridad y no financiada con impuestos y de otra, iba dirigida solo a la subsistencia inmediata y no a corregir estados de injusticia social y en muchas ocasiones supeditada a la aceptación de la 'norma' de quienes ejercían la caridad.
La fraternidad humana, no está exenta de peligros. A veces supone que el sujeto receptor quede anulado para ejercer la reivindicación de sus derechos constitucionales, y prefiera acomodarse al mínimo recibido, a riesgo de una pérdida mayor. Incluso, puede ser un arma peligrosa en manos de aquellos que no creen en el Estado del Bienestar. No deberíamos permitir que quienes nos dirigen y nos representan den por buena esta forma de satisfacer los estados de necesidad por los que atraviesan muchas familias españolas que subsisten gracias al apoyo de ciudadanos anónimos, organizaciones no gubernamentales, religiosas.... Deberíamos exigirles a nuestros políticos su parte de solidaridad, en forma de rebaja de sus prestaciones, eliminación de ciertos privilegios, compromiso contra la corrupción, contra los desmanes bancarios, defensa del sistema público de salud y educación, rigor con los estafadores, con los 'turistas' de paraísos fiscales y una larga lista que a cualquier lector le será muy fácil completar.
Pero lo que supone, a priori, una virtud humana, la empatía que nos lleva a conocer y a comprender los sentimientos de los que sufren por el presente y, lo que es peor, por la falta de esperanza en el futuro, esa virtud, digo, puede volverse contra nosotros, llevando a la sociedad a suplir con la solidaridad lo que le correspondería resolver al propio Estado...
Javier Robles | Sábado, 23 de Marzo de 2013 a las 09:46:04 horas
Eso es precisamente lo frustrante, que lo que puede ser posible es UTOPIA, parece un contrasentido, pero con los pies en la tierra.
Pedir a los politicos que se rebajen sus "dineros y prevendas", pedir a la iglesia que rebaje sus privilegios, pedir a las ongs que todos los dineros lleguen a su destino, y un largo etc...,etc..., todos sabemos/suponemos que es una utopia.
Incluso,creo, tienen controlado el posible estallido social, aprietan, aprietan y cuando creen que es suficiente, sueltan un poco. Miremos para Chipre, quiza dentro de poco, Grecia, luego España, Portugal, Italia, Irlanda.
¿Que esta pasando, en España nos estan apretanto lo indecible y en las elecciones Gallegas ganan de goleada, en Andalucia con los Eres y el PSOE gana, no de goleada pero mantiene el gobierno, con IU, en Cataluña con el famoso 3%, las Itv, los Pujol, todos presuntos, pero la poblacion sigue votandoles.
¿Recuerdas la famosa gomina de Amilivia?, y se voovio a presentar para alcalde y gano, ni su propio partido fue capaz de sacarle de las listas, tienen montado un tinglado que son ellos los que se lo guisan y se lo comen.
Los partidos mayoritarios han conseguido que la famosa frase del "Y TU MAS" les sirva de colchon para hacer lo que les venga en gana, si pillan a Barcenas, responden con los Eres, si pillan a la Mato, ellos responden con Blanco, y mientras nosotros pensando que pueden mejorar el estado del bienestar, pensando que ellos NOS pueden hacer una sociedad mejor y solo estan pensando en como llenarse el bolso sin que les localicen.
Las clases dirigentes quedaron bien retratadas con las famosas tres palabras de la hija de Fabra.
!!!!!! QUE SE JODAN !!!!!!!
Un saludo y viva la UTOPIA, incluida la de Quico, por supuesto.
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