Redacción Redacción
Martes, 23 de Julio de 2019
Lo encontró un vecino con un ala rota

Un abejaruco de Valdavida, último ‘inquilino’ del Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Valladolid

Las cigüeñas, las más sensibles

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Un abejaruco europeo caído del cielo de Valdavida es el último inquilino del Centro de Recuperación de Animales Silvestres (Cras) que la Junta de Castilla y León gestiona en la provincia de Valladolid. Sobre 1.600 individuos son atendidos cada año en esas instalaciones, principalmente aves (sobre siete de cada diez), mamíferos (dos de cada diez) o reptiles y exóticos. En 2017 atendieron animales de 137 especies diferentes.  
 
La colaboración ciudadana ha permitido así rescatar esta curiosa ave protegida que presentaba un ala rota, imposibilitando el vuelo. El protocolo a seguir pasa por una primera valoración por parte de los agentes de la oficina de Medio Ambiente de Sahagún. Ellos son los que deciden si el animal está o no protegido y si soportará el viaje hasta Valladolid. A continuación, un especialista hace una segunda valoración y, en caso positivo, se procede al traslado del ejemplar al Centro de Recuperación de Animales Silvestres.
 
Cada año se rescatan la comarca entre 25 y 30 ejemplares, la mayor parte cigüeñas (el ave más presente en todo el territorio) seguido de todo tipo de rapaces. Los daños más frecuentes tienen que ver con electrocuciones o impactos contra vehículos. El abejaruco de Valdavida es el primero de esa especie que se rescata. 
 
Desde la Junta recuerdan la existencia de un número de teléfono (987226917) en el que comunicar el hallazgo de animales heridos. 
 
Sobre el abejaruco 
El abejaruco europeo es una las aves más vistosas de cuantas surcan los cielos. Tal y como su nombre indica, se trata de un especialista en el consumo de abejas, aunque también se alimenta de otros insectos voladores. Aparte de por su colorido —uno de los más llamativos de las aves europeas—, resulta muy fácil de reconocer por su característico reclamo, que emite constantemente mientras vuela y que puede ser oído desde largas
 
Esta ave, del tamaño de un zorzal común, se distingue por su llamativa combinación de colores. Presenta un pico largo y curvado, con una cola también larga, especialmente las dos plumas centrales, que le proporcionan un aspecto estilizado. Su coloración resulta muy vistosa, con partes dorsales rojizas, amarillas y verdosas, y zonas inferiores verdosas y azuladas. Además, destaca su garganta amarilla, delimitada por una línea inferior y un antifaz negro. El iris es de color rojo sangre. Apenas existen diferencias entre ambos sexos. Los machos lucen un color castaño más oscuro y brillante en las zonas dorsales, mientras que las hembras poseen tonalidades más verdosas en las alas y en el obispillo. Los jóvenes son de colorido más apagado y tonos más verdosos, con el iris marrón y con la línea negra de la garganta poco definida o ausente.
 
El reclamo es un ‘pi-pi-pi-prruut’ muy característico e inconfundible, que emite de forma incesante. Habitualmente lo profiere en vuelo y puede escucharse a largas distancias.
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