Juanda Rodríguez Juanda Rodríguez 1
Martes, 27 de Agosto de 2019
José María Carrera y Mari Carmen Pérez

“En el MUSAC puede haber cosas interesantes, pero bascular un remolque de grava no sé si será arte”

Villacalabuey

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La historia se describe sencilla: dos jóvenes, Mari Carmen, de Galleguillos y José María (Pepe) de Villacalabuey, se conocen en la discoteca Tukumán de Sahagún, se casan, e inician un proyecto común partiendo de cero y metiéndose de lleno en la remolacha, el maíz y el vacuno de leche. Tienen dos hijos varones a los que Pepe les inocula el gusanillo de la automoción. Hasta aquí la primera parte.
 
Segunda parte: a Pepe le sobreviene una enfermedad rara, distrofia muscular, le retiran del campo, trabajo que sigue desarrollando Mari Carmen: ambos se buscan una segunda actividad para completar sueldo: Pepe lo hace de expendedor de combustible en el área de servicio Castillo El Burgo, en El Burgo Ranero, mientras que Mari Carmen se encarga de atender las visitas en la cercana Dehesa de Valdellán, que custodia la única finca de toros de lidia de la provincia de León.
 
Tercera parte: Mari Carmen comienza a ir a clases de pintura y a pintar al oleo, afición a la que se incorpora Pepe con técnicas más libres, hasta convertir la vivienda familiar en toda una pinacoteca con los motivos más variados: bodegones, costumbristas, retratos y toros del encaste de Santa Coloma.
 
Cuarta parte: en los cajones de una cómoda se guardan desordenados muchos escritos de Pepe que hablan de todo, sobre todo de los pueblos cuando olían a pueblo y una gran admiración por el pastor de Orihuela, Miguel Hernández.
 
Quinta parte: la pareja tiene sus teorías sobre el futuro de los pueblos, pero para conocerlas tendrás que leer la entrevista hasta el final.
 
Epílogo: la felicidad se respira en este pequeño rincón de un pueblo con nombre largo que acaba en vacuno mayor.
 
 
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Juanda Rodríguez: Pepe, tú fuiste agricultor hasta no hace mucho tiempo. ¿Qué tal te fue?
Pepe: Bueno, tengo una distrofia muscular hereditaria y me jubilaron. Antes teníamos vacas y tierras, con mucho regadío. Y eso que los chavales nos ayudaban mucho. Fue la mujer la que me buscó trabajo en El Burgo. Me acogieron con los brazos abiertos en 2007, en el área de servicio Castillo El Burgo, que es un Centro Especial de Empleo y ahí seguimos. Es un trabajo que no aguanta mucha gente. Pasan camioneros y muchísima gente que me habla y que me pone la cabeza loca. Hace poco me contó uno que en su pueblo, en el País Vasco, había salido de alcalde uno que excarcelaron que había asesinado a otro. Con ese tema hice un relato.
 
P: Sí, vale, pero no te me adelantes, te preguntaba por la agricultura…
Pepe: Nosotros fuimos pioneros en esto regar porque regábamos por la margen contraria, la izquierda, directamente con el cañón desde el canal. Nos dieron permiso antes de que se hiciera ningún tipo de infraestructura. Hace 23 años cuando no regaba nadie empezamos con el maíz y la remolacha. A la remolacha íbamos en dos tractores: ella llevaba la cargadora y yo el remolque. Cada siete minutos sacábamos siete toneladas, eso fue antes de tener el equipo descompuesto…
Mari Carmen: ¡Qué hazañas! ¡Qué historias! A mi si me mandan repetir aquello, digo que no.
 
P: ¿Y las vacas?
Pepe: Teníamos una explotación no muy grande, pero muy bien cuidadas, con una calidad muy buena. Eran unas 30 vacas de ordeño y animales en total eran más de 50.
Mari Carmen: Hay que decir que empezamos de cero. Cuando empezamos a vivir en esta casa, a los tres años de casados, teníamos una cama para nosotros, otra pequeña para nuestro hijo el mayor y una cuna para el pequeño. Bueno, estuvimos tres años de alquiler aquí cerca mientras acabamos la casa. Pero de la casa casi todo lo hemos puesto nosotros.
 
P: ¿También albañiles?
Pepe: Y las naves agrícolas las he soldado yo, he metido el agua, metí la luz en la sala de ordeño…
 
 
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P: ¿Los chavales estudiaron?
Pepe: Los dos hicieron Automoción porque yo les picaba. Desmontábamos un motor, sacamos tapa de la culata, sacamos los balancines, la culata, bajamos a la cámara de combustión, sacamos el pistón, el cigüeñal, la biela… ellos tendrían 12-13 años. Acabaron los dos haciendo el Grado Superior en el Giner de los Ríos. La agricultura no les gusta porque les metí mucha tralla de pequeños. 
Al final, el mayor se metió en el ejército y ya es sargento. El pequeño vive y trabaja en Sahagún, en Álvarez del Amo, que va a abrir nave en Villadangos.
 
“Nosotros fuimos pioneros en esto regar porque regábamos por la margen contraria, la izquierda, directamente con el cañón desde el canal”
 
P: ¿Prefieres que te digan expendedor de combustible o gasolinero?
Pepe: Me da igual, aunque yo suelo decir que soy gasolinero.
 
P: ¿Antes tuviste otras profesiones?
Pepe: Antes de tener carné empecé trabajando en el lúpulo, cuando dejé de estudiar. Luego, cuando conocí a Mari Carmen y nos casamos decidí que esa vida no era apropiada. Antes fui celador de hospital. Me presenté a una oposición y como saqué buena nota me llamaron a trabajar, pero como lo mío era la agricultura ya no me presenté al siguiente examen. Mi objetivo era agricultura, agricultura y agricultura. Practiqué la agricultura hasta que me sobrevino la enfermedad, me retiraron con un 55% de la base reguladora, unos 700 euros, con dos chavales pequeños y aunque mi mujer sigue tirando de la agricultura…
Mari Carmen: Ahora ya menos, pero hubo unos años que era un no vivir: las vacas, las remolachas, el maíz en invierno para las vacas…
Pepe: En casa ya había cultura de regadío. Con los artesianos ya regaba mi padre ocho hectáreas cuando yo tenía 14 años. Esto me gustaba mucho. Una vez me publicaron en una revista de Castilla y León unas producciones de trigo que multipliqué a una empresa francesa.
 
P: ¿La enfermedad llegó de repente?
Pepe: No, me iba limitando cada vez más, lo que obligaba a mi mujer a coger más ámbito de trabajo. Lo que me pasa es que si estoy parado, estoy mal; pero si esfuerzo el músculo de la cintura, también. No tiene mucha gente esta enfermedad, por eso estoy en el Hospital de León dentro de un programa experimental.
 
P: Mari Carmen, además de estar al frente de la explotación agraria, estás en la Dehesa de Valdellán. ¿Qué tal con los toros?
Mari Carmen: Voy de vez en cuando, cuando vienen visitas a ver los toros o las instalaciones… hay una chica que cocina y yo hago de camarera, da igual que para cuatro que para 40 ó 60. También voy a las ferias y eventos con la venta de cecina de toro de lidia.
 
 
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P: ¿De dónde os viene la afición a pintar?
Mari Carmen: A mí me gustaron siempre las manualidades. Una vez una señora me regaló un pavo hecho en tela, empecé con el pavo en 2002 en clase con Candi Buiza, en Sahagún. Estuve yendo varios años. También he ido otro par de años a clase con Marín de la Red, de Cea, porque me gustaba aprender otras técnicas de sombras y colores.
Pepe: Los míos se notan que están pintados por un aficionado. Los de ella sigue las pautas de clase. Yo voy más por libre
 
“Cuando empezamos a vivir en esta casa, a los tres años de casados, teníamos una cama para nosotros, otra pequeña para nuestro hijo el mayor y una cuna para el pequeño”
 
P: ¿Qué técnicas utilizáis?
Mari Carmen: Todo al óleo.
 
P: ¿Habéis calculado los cuadros que tenéis?
Mari Carmen: Entre 55 y 60. Alguno hemos vendido por encargo y otros los hemos regalado.
Pepe: A mí me encargaron una vez la Basílica de Covadonga para una boda. No la conocía. Bajé al estanco a Sahagún, cogí una postal y la pinté… marchó para Asturias. Parece ser que gustó muchísimo. A otros les hice el retrato de su madre, porque tenían el de su padre. Me trajo una foto pequeñina y quedó bastante logrado. Quedaron contentos. Ese le hice en carboncillo.
 
P: ¿Y exposiciones?
Pepe: Los dos juntos, sólo en Castellanos.
Mari Carmen: Quedó la casa desangelada. Yo exponía cada año los trabajos que hacía cuando estaba con Candi Buiza. Hubo un cuadro que estuve nueve meses pintándolo… voy muy despacio.
 
P: ¿Hacéis foto y luego pintáis o al natural?
Mari Carmen: Nos gusta pintar de lo que vemos. Sólo hay pintados al natural unos lirios. No queremos que nos pase como a Antonio López y el ‘Sol del membrillo’, que desde que empezó a pintarlos fueron madurando y cogiendo peso, perdiendo la hoja…
 
“Fui celador de hospital. Me presenté a una oposición y como saqué buena nota me llamaron a trabajar, pero como lo mío era la agricultura ya no me presenté al siguiente examen. Mi objetivo era agricultura, agricultura y agricultura”
 
P: ¿Copiáis a alguno de los grandes?
Pepe: Tenemos Renoir y Sorolla. Pero para mí el mejor es Omar Ortiz. Es hiperrealista.
 
P: Pepe, escribes también. ¿Qué escribes?
Pepe: De todo. Más poesía, pero sobre todo de algo costumbrista. Me gusta hablar del pueblo cuando olía más a pueblo. Estaban las tradiciones, su vocabulario, unas pautas de conducta que se van perdiendo…
 
P: ¿Qué futuro veis en los pueblos?
Pepe: Como cada uno persigue su propio beneficio, no hay unión. Aquí hay gente agricultora que vive en León y en Sahagún, y no le importa que el pueblo vaya a menos o vaya a más. Como la carencia de servicios es cada vez mayor… yo creo que a la larga el pueblo será un sitio para venir a trabajar y un lugar de residencia con geriátricos y calidad de vida. Este pueblo tiene empuje agrario todavía, pero fomentar la vida en el pueblo no. Aquí hay muchas carencias.
 
 
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P: ¿Qué pensáis del Museo de Arte Contemporáneo, el MUSAC?
Mari Carmen: A mí no me pega. Pero está bien para aquellas personas que exponen allí, que sienten algo y lo quieren transmitir…
Pepe: En el MUSAC puede haber cosas interesantes, pero bascular un remolque de grava, no sé si será arte. A otro le puede decir algo. Si te coge el comisario de la exposición seguro que te va a comer el coco.
Mari Carmen: Como esos periodistas que colaron a un museo de arte contemporáneo dibujos de niños con las manos y la gente los miraba... y había cada comentario fenomenal... como que era la mejor composición de color y así.
 
“Me gusta hablar del pueblo cuando olía más a pueblo. Estaban las tradiciones, su vocabulario, unas pautas de conducta que se van perdiendo…”
 
P: ¿Televisión?
Pepe: Tele, poco; algún concurso como ‘Pasapalabra’, pero sobre todo la pelota a mano. Cuando llega el verano voy a los pueblos a ver partidos de exhibición o competición, si me deja el trabajo, y si no a pagar 35 euros y a verlos al frontón de Valencia de Don Juan.
 
P: ¿Internet?
Pepe: Hemos cambiado, en vez de ADSL tenemos datos por radio porque la cobertura es mejor. Un día nos lo dijo un técnico que tendríamos menos problemas y así es.
 
P: ¿Mari Carmen, qué otras aficiones tienes?
Mari Carmen: Estoy aprendiendo a tocar la guitarra, ya es el tercer año que voy a Sahagún, a la Escuela Municipal de Música; encaje de bolillos, ganchillo… como parada no me gusta estar me gusta aprender cosas nuevas.
 
P: ¿Pepe, quién es tu escritor preferido?
Pepe: Miguel Hernández, sin duda alguna (recita de memoria la Elegía a Ramón Sijé’).
 
P: Miguel Hernández era pastor.
Pepe: Sí, ya lo sé. Era muy bueno.
 
P: ¿La Pista o la Tukumán?
Pepe / Mari Carmen: De la Tukumán… Allí fue donde nos conocimos.
Comentarios (1)
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  • Algil

    Algil | Martes, 27 de Agosto de 2019 a las 23:56:33 horas

    Enhorabuena a los dos entrevistados y a Juanda le aconsejaría una mejor utilización de la coma.

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