Del Viernes, 22 de Agosto de 2025 al Martes, 23 de Septiembre de 2025

Repaso a las curiosidades procedentes de la comarca
Matrículas de bici de Calzada del Coto, una reliquia de San Juan de Sahagún o el recordatorio de funeral de una señora de Bustillo: de todo, en ‘todocoleccion.net’
Lo más caro: un libro sobre una religiosa de Almanza
El coleccionismo es una forma de ocio consistente en reunir, ordenar y conservar todo tipo de objetos y enseres, una afición universal que mezcla nostalgia, Síndrome de Diógenes y ese complejo de inmortalidad que afecta a casi todos los seres humanos.
Tirando de Wikipedia se dice que, probablemente, el primer coleccionismo nació con la invención de la escritura y la fijación del conocimiento. El primer registro que se tiene de un deseo de reunir objetos, en aquel caso tablillas de barro, lo realizó el rey asirio Asurbanipal cuando ordenó reunir en su palacio todas las tablillas grabadas con textos existentes en su imperio.
Mucho ha llovido desde entonces y la llegada de las nuevas tecnologías ha simplificado hasta el infinito el ejercicio del coleccionismo; si antes la idea de hacerse con una pieza pasaba por patear mercadillos, tienditas y el sombrado de la abuela, en 2020 la tarea se puede realizar desde casa. Sólo hacen falta dos herramientas: buena conexión a Internet y una tarjeta de crédito resistente.
Y si hay una página web en el ciberespacio que sepa de colecciones esa es ‘todocoleccion.net’, un portal con un catálogo interminable (más de 25 millones de artículos) que aumenta día a día y en el que se pueden encontrar verdaderas joyas, algunas procedentes del sureste leonés.
Libros, ordenanzas, fotos, cuadros, postales… y auténticas joyas para coleccionistas con mayúsculas se dan cita en esta web en la que podemos encontrar infinidad de curiosidades de la mayoría de los pueblos de la zona.
Entre los ‘cacharros’ más simpáticos y las rarezas, varias chapas (matrículas) de bicicleta de Calzada del Coto, fechadas en 1955 y a un precio de 17 euros; o los recordatorios de la muerte de dos señoras. Una, de Bustillo de Cea, fallecida en 1963, y tasado (el recordatorio) en 3,50 euros y otra de 1976 de Grajalejo (esta por dos euros). También están a la venta botellas de gaseosa Lozano, de El Burgo Ranero, o un mechero Clipper del Bar Crespo de Villamartín de Don Sancho.
En el capítulo de postales y filatelia, tenemos algún ejemplo de Almanza, con todos sus soportales todavía en pie; otra del santuario de la Virgen del Castro, en Castrotierra; un sello de 1936 matasellado en El Burgo, varias postales de la iglesia de Gordaliza y su patrimonio: cáliz, cruz, retablo… del año 1979 o un calendario de bolsillo de Santa María del Monte de Cea homenajeando sus fantásticas construcciones de adobe.
En cuanto a libros y ‘papeles’, varios volúmenes de ‘La Perla del Cea’, obra inspirada en la localidad de Almanza; ‘El habla de Bercianos del Real Camino’, un estudio sociolingüístico que firma David Aguado y que cuesta 15 euros o ‘Castrotierra de Valmadrigal, vida tradicional en un pueblo de León’, del autor Ignacio Castellanos, con un precio de 27,50 euros. De Santa Cristina de Valmadrigal también hay material, concretamente, un manuscrito de 1883, de cuatro páginas, con lo que parece una contabilidad. Otra curiosidad tiene el sello de Villamizar. Se trata de un mapa geológico de 1934, realizado por el Instituto Geológico y Minero de España con mapas desplegables. Cuesta 30 euros. De Villamartín de Don Sancho encontramos un certificado firmado por el cura de pueblo, Santiago Miguélez, del año 1789, sobre lo que le correspondería al marqués de Valverde por la venta de varios lotes de cereal.
También se venden facturas, por ejemplo, una de Nicolas Prieto, desde Las Grañeras, por la venta de “bufandas surtidas” o varias pegatinas de las fiestas de Calzadilla de los Hermanillos, a 0,95 euros.
Las joyas ‘de oro’, las piezas más caras que se pueden adquirir, viajan por el tiempo. Destacan, por ejemplo, un manuscrito inédito del siglo XVIII con la biografía de Santa Teresa de Brezona, natural de Almanza, tasado en 1.200 euros, o la curiosa fotografía (fotomecánica) de Nuestra Señora del Castro, de Castrotierra y su negativo en vidrio, toda una rareza, por menos de 200 euros.
Grajal de Campos
Los libros ‘La Pasionario de Nueva York. Adelaida de Santa Teresa’, ‘La década conflictiva’ del profesor Vicente Martínez Encinas, ‘Arquitectura y mecenazgo de la Casa de Grajal’, ‘Grajal de Campos. Silueta múltiple’, de Albano García Abad, son solo algunos ejemplos de los libros que la web ‘Todocoleccion’ incluye sobre la villa renacentista de la que hay un buen puñado de artículos: fotografías, postales, grabados, recortes de prensa del siglo pasado, un novenario y, cómo lote ‘estrella’, un manuscrito de 1554 correspondiente a una declaración de dote que cuesta 79,99 euros.
Vallecillo
Otra curiosidad que está a la venta es una serie de emblemas de Auxilio Social dedicados a los caballeros de Vallecillo.
Según se explica desde la Biblioteca Nacional de España, estos emblemas eran emitidos por la Delegación Nacional del Auxilio Social (Falange Española Tradicionalista y de las JONS, posteriormente Movimiento Nacional). Esta iniciativa institucional de carácter benéfico se puso en marcha con el objetivo de recaudar fondos que se dedicaban a la asistencia a sectores desfavorecidos durante y tras la Guerra Civil.
El sistema consistía en la emisión de series de emblemas ilustrados con un tema iconográfico que variaba periódicamente. Debía pagarse una cantidad de dinero (entre 30 céntimos y una peseta) para recibir uno de estos emblemas cuya presentación era obligatoria, junto con la entrada, para poder acceder a determinados espectáculos públicos.
Las ilustraciones están impresas en el recto de los emblemas. En el verso del emblema se imprime un breve texto en relación con la imagen, una pequeña biografía del personaje representado o símbolos del Auxilio Social (dentro de un círculo un brazo dirige una flecha contra una bestia) y de la Falange (el yugo y las flechas). Los emblemas tienen una pestaña en la parte superior donde por la parte delantera se imprimen las palabras "emblema corriente" y la cantidad que debía pagarse por ellos y en la parte trasera la serie a la que pertenecían. En algunos casos el recto lleva impresos tanto la imagen como el texto y el verso se reserva para los nombres y los símbolos de las dos instituciones.
Estos emblemas son pequeñas ilustraciones impresas sobre cartulina con una pestaña en su parte superior para prenderse a modo de insignia en la solapa. La mayoría tiene forma de escudo, pero también hay otros con formas rectangulares, circulares o irregulares y siempre con los bordes troquelados.
Una reliquia de San Juan de Sahagún
Desde volúmenes de Historia General de las Cosas de Nueva España, de Fray Bernardino, por 1.400 euros, a un sello, por 0,05 euros, con la iglesia de San Tirso.
Entre ambas, casi un millar de objetos de todo tipo y para todos los bolsillos hablan de la villa de Sahagún en la web preferida de los coleccionistas españoles: décimos de lotería conmemorando la muerte de Alfonso VI; carteles de fiestas, de toros, postales, trípticos, servilletas de establecimientos, cajas de cerillas, estampas, libros… pero nada comparable a la reliquia y relicario “auténtica”, -asegura el vendedor-, del patrón de Sahagún, San Juan de Sahagún. Tiene un precio de 650 euros y está realizado en madera de teca y plata de ley. También hay una pieza muy interesante con el sello del artista Joan Commelarán. Es de 1951; se trata de una acuarela con un paisaje de la villa.
Los negativos en cristal también se dan en el caso de Sahagún: varios de La Peregrina, uno del patrón, otro del paso de Jesús Nazareno… a un precio de 85 euros cada uno. Otra rareza: una postal del Jardín del Plantío que no llegó a circular, en la que se aprecia una estatua del rey Alfonso VI, hoy por hoy desaparecida. Una percha de los años cuarenta de Casa Tocino o billetes de tren, cuando eran de cartón; una pegatina de la ‘difunta’ discoteca La Pista y, sobre todo, infinidad de postales, fotografías y reproducciones de antiguos grabados cierran la oferta sahagunense en la página preferida de los coleccionistas.
![[Img #20520]](http://sahagundigital.com/upload/images/01_2020/2978_arribaportada.jpg)
El coleccionismo es una forma de ocio consistente en reunir, ordenar y conservar todo tipo de objetos y enseres, una afición universal que mezcla nostalgia, Síndrome de Diógenes y ese complejo de inmortalidad que afecta a casi todos los seres humanos.
Tirando de Wikipedia se dice que, probablemente, el primer coleccionismo nació con la invención de la escritura y la fijación del conocimiento. El primer registro que se tiene de un deseo de reunir objetos, en aquel caso tablillas de barro, lo realizó el rey asirio Asurbanipal cuando ordenó reunir en su palacio todas las tablillas grabadas con textos existentes en su imperio.
Mucho ha llovido desde entonces y la llegada de las nuevas tecnologías ha simplificado hasta el infinito el ejercicio del coleccionismo; si antes la idea de hacerse con una pieza pasaba por patear mercadillos, tienditas y el sombrado de la abuela, en 2020 la tarea se puede realizar desde casa. Sólo hacen falta dos herramientas: buena conexión a Internet y una tarjeta de crédito resistente.
Y si hay una página web en el ciberespacio que sepa de colecciones esa es ‘todocoleccion.net’, un portal con un catálogo interminable (más de 25 millones de artículos) que aumenta día a día y en el que se pueden encontrar verdaderas joyas, algunas procedentes del sureste leonés.
Libros, ordenanzas, fotos, cuadros, postales… y auténticas joyas para coleccionistas con mayúsculas se dan cita en esta web en la que podemos encontrar infinidad de curiosidades de la mayoría de los pueblos de la zona.
![[Img #20516]](http://sahagundigital.com/upload/images/01_2020/2603_146207046.jpg)
Entre los ‘cacharros’ más simpáticos y las rarezas, varias chapas (matrículas) de bicicleta de Calzada del Coto, fechadas en 1955 y a un precio de 17 euros; o los recordatorios de la muerte de dos señoras. Una, de Bustillo de Cea, fallecida en 1963, y tasado (el recordatorio) en 3,50 euros y otra de 1976 de Grajalejo (esta por dos euros). También están a la venta botellas de gaseosa Lozano, de El Burgo Ranero, o un mechero Clipper del Bar Crespo de Villamartín de Don Sancho.
En el capítulo de postales y filatelia, tenemos algún ejemplo de Almanza, con todos sus soportales todavía en pie; otra del santuario de la Virgen del Castro, en Castrotierra; un sello de 1936 matasellado en El Burgo, varias postales de la iglesia de Gordaliza y su patrimonio: cáliz, cruz, retablo… del año 1979 o un calendario de bolsillo de Santa María del Monte de Cea homenajeando sus fantásticas construcciones de adobe.
![[Img #20517]](http://sahagundigital.com/upload/images/01_2020/4781_85412792.jpg)
En cuanto a libros y ‘papeles’, varios volúmenes de ‘La Perla del Cea’, obra inspirada en la localidad de Almanza; ‘El habla de Bercianos del Real Camino’, un estudio sociolingüístico que firma David Aguado y que cuesta 15 euros o ‘Castrotierra de Valmadrigal, vida tradicional en un pueblo de León’, del autor Ignacio Castellanos, con un precio de 27,50 euros. De Santa Cristina de Valmadrigal también hay material, concretamente, un manuscrito de 1883, de cuatro páginas, con lo que parece una contabilidad. Otra curiosidad tiene el sello de Villamizar. Se trata de un mapa geológico de 1934, realizado por el Instituto Geológico y Minero de España con mapas desplegables. Cuesta 30 euros. De Villamartín de Don Sancho encontramos un certificado firmado por el cura de pueblo, Santiago Miguélez, del año 1789, sobre lo que le correspondería al marqués de Valverde por la venta de varios lotes de cereal.
También se venden facturas, por ejemplo, una de Nicolas Prieto, desde Las Grañeras, por la venta de “bufandas surtidas” o varias pegatinas de las fiestas de Calzadilla de los Hermanillos, a 0,95 euros.
![[Img #20518]](http://sahagundigital.com/upload/images/01_2020/4636_pagecastro.jpg)
Las joyas ‘de oro’, las piezas más caras que se pueden adquirir, viajan por el tiempo. Destacan, por ejemplo, un manuscrito inédito del siglo XVIII con la biografía de Santa Teresa de Brezona, natural de Almanza, tasado en 1.200 euros, o la curiosa fotografía (fotomecánica) de Nuestra Señora del Castro, de Castrotierra y su negativo en vidrio, toda una rareza, por menos de 200 euros.
Grajal de Campos
Los libros ‘La Pasionario de Nueva York. Adelaida de Santa Teresa’, ‘La década conflictiva’ del profesor Vicente Martínez Encinas, ‘Arquitectura y mecenazgo de la Casa de Grajal’, ‘Grajal de Campos. Silueta múltiple’, de Albano García Abad, son solo algunos ejemplos de los libros que la web ‘Todocoleccion’ incluye sobre la villa renacentista de la que hay un buen puñado de artículos: fotografías, postales, grabados, recortes de prensa del siglo pasado, un novenario y, cómo lote ‘estrella’, un manuscrito de 1554 correspondiente a una declaración de dote que cuesta 79,99 euros.
Vallecillo
Otra curiosidad que está a la venta es una serie de emblemas de Auxilio Social dedicados a los caballeros de Vallecillo.
Según se explica desde la Biblioteca Nacional de España, estos emblemas eran emitidos por la Delegación Nacional del Auxilio Social (Falange Española Tradicionalista y de las JONS, posteriormente Movimiento Nacional). Esta iniciativa institucional de carácter benéfico se puso en marcha con el objetivo de recaudar fondos que se dedicaban a la asistencia a sectores desfavorecidos durante y tras la Guerra Civil.
![[Img #20519]](http://sahagundigital.com/upload/images/01_2020/9176_pagevallecillo.jpg)
El sistema consistía en la emisión de series de emblemas ilustrados con un tema iconográfico que variaba periódicamente. Debía pagarse una cantidad de dinero (entre 30 céntimos y una peseta) para recibir uno de estos emblemas cuya presentación era obligatoria, junto con la entrada, para poder acceder a determinados espectáculos públicos.
Las ilustraciones están impresas en el recto de los emblemas. En el verso del emblema se imprime un breve texto en relación con la imagen, una pequeña biografía del personaje representado o símbolos del Auxilio Social (dentro de un círculo un brazo dirige una flecha contra una bestia) y de la Falange (el yugo y las flechas). Los emblemas tienen una pestaña en la parte superior donde por la parte delantera se imprimen las palabras "emblema corriente" y la cantidad que debía pagarse por ellos y en la parte trasera la serie a la que pertenecían. En algunos casos el recto lleva impresos tanto la imagen como el texto y el verso se reserva para los nombres y los símbolos de las dos instituciones.
Estos emblemas son pequeñas ilustraciones impresas sobre cartulina con una pestaña en su parte superior para prenderse a modo de insignia en la solapa. La mayoría tiene forma de escudo, pero también hay otros con formas rectangulares, circulares o irregulares y siempre con los bordes troquelados.
Una reliquia de San Juan de Sahagún
Desde volúmenes de Historia General de las Cosas de Nueva España, de Fray Bernardino, por 1.400 euros, a un sello, por 0,05 euros, con la iglesia de San Tirso.
Entre ambas, casi un millar de objetos de todo tipo y para todos los bolsillos hablan de la villa de Sahagún en la web preferida de los coleccionistas españoles: décimos de lotería conmemorando la muerte de Alfonso VI; carteles de fiestas, de toros, postales, trípticos, servilletas de establecimientos, cajas de cerillas, estampas, libros… pero nada comparable a la reliquia y relicario “auténtica”, -asegura el vendedor-, del patrón de Sahagún, San Juan de Sahagún. Tiene un precio de 650 euros y está realizado en madera de teca y plata de ley. También hay una pieza muy interesante con el sello del artista Joan Commelarán. Es de 1951; se trata de una acuarela con un paisaje de la villa.
![[Img #20515]](http://sahagundigital.com/upload/images/01_2020/9635_44131314.jpg)
Los negativos en cristal también se dan en el caso de Sahagún: varios de La Peregrina, uno del patrón, otro del paso de Jesús Nazareno… a un precio de 85 euros cada uno. Otra rareza: una postal del Jardín del Plantío que no llegó a circular, en la que se aprecia una estatua del rey Alfonso VI, hoy por hoy desaparecida. Una percha de los años cuarenta de Casa Tocino o billetes de tren, cuando eran de cartón; una pegatina de la ‘difunta’ discoteca La Pista y, sobre todo, infinidad de postales, fotografías y reproducciones de antiguos grabados cierran la oferta sahagunense en la página preferida de los coleccionistas.
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