El Obispado incluirá este domingo oraciones especiales por sus diez comunidades femeninas leonesas de vida contemplativa

 

La Diócesis de León se suma este domingo, siete de junio, a la celebración de la Jornada Pro Orantibus con oraciones especiales en todas las eucaristías y colectas en las parroquias para hacer realidad el objetivo de esta jornada, rezar por los que rezan, este año desde el lema “Con María en el corazón de la Iglesia”. Además, este año, en esta Jornada Pro Orantibus, se incluirá una plegaria especial por las víctimas de la pandemia que en el caso de las comunidades de vida contemplativa de la Diócesis afectó de manera directa al Convento de Santa Cruz de las Hermanas Franciscanas Clarisas Descalzas, donde provocó la muerte de dos hermanas y el contagio de otras tres que superaron la enfermedad.

 

En la Diócesis de León hay diez comunidades de vida contemplativa que según el delegado diocesano para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, Alonso Gutiérrez, “son faros que necesita el mundo y la Iglesia para la construcción de un mundo más humano y que el Papa Francisco anima por lo que supone el don de la vida consagrada para la Iglesia, un modelo de entrega callado como la de los contemplativos y contemplativas que es un fuerza fundamental, básica, para la vida de la Iglesia”.

 

Una fuerza espiritual que ha quedado de manifiesto a lo largo de toda la pandemia del coronavirus porque, como señala Alonso Gutiérrez, “han vivido este tiempo profundizando en la oración, y gracias a Dios excepto en un monasterio, en los nueve restantes el virus no ha podido con ellas, y lo han superado desde la oración y la meditación y la oración, sobre todo, por este tiempo tan convulso que está viviendo todo el mundo, un tiempo del que podemos sacar profundas lecciones para el campo de la fe, y ahí se sitúa esa llamada a la oración de la Jornada Pro Orantibus por los consagrados y consagradas como expresión de reconocimiento, estima y gratitud y dar a conocer en las parroquias esta vocación específicamente contemplativa tan actual y tan necesaria en este mundo y en la Iglesia”.

 

Esas diez comunidades, con 130 mujeres que viven la consagración, suponen un testimonio vivo de la tradición y la historia de la fe en la Diócesis de León y confieren a la Iglesia legionense una riqueza de acentos y carismas propios como los de las Agustinas Recoletas en el Monasterio de la Encarnación de León; las Benedictinas con los monasterios de Santa María de Carbajal en León, Santa Cruz en Sahagún y San Pedro Apóstol en San Pedro de las Dueñas; las Carmelitas Descalzas con el Convento de la Santísima Trinidad y de la Virgen del Carmen en León; las Cistercienses de la Estricta Observancia, con el Monasterio de Santa María de Carrizo en Carrizo de la Ribera; las Cistercienses de la Congregación de San Bernardo en España, en la localidad de Gradefes; las Concepcionistas Franciscanas de la Orden de la Inmaculada Concepción (OIC), con el Convento de las Concepcionistas de León; las Franciscanas Clarisas Descalzas, con el Convento de Santa Cruz en León; y las Jerónimas de la Orden de San Jerónimo, con el Monasterio de Nuestra Señora de Belén en la localidad de Toral de los Guzmanes.

 

Diez comunidades de vida contemplativa dedicadas a la oración y entrega total a Dios que, según el religioso Alonso Gutiérrez, “no están separadas del mundo ni de la Iglesia puesto que muchas de ellas están actuando en la Iglesia, abiertas los lugares donde están ubicados los monasterios, a las parroquias cercanas, y algunas de ellas desde las redes sociales proyectando lo que es la vida monástica, y todo esos está haciendo ver que la Iglesia, además de la vida activa, tiene una parte muy importante en la vida contemplativa, en la vida de oración”.