“Hay dos momentos muy especiales para un karateka. La primera vez que cambia el color de su cinturón y cuando consigue el negro”

 

El Salón de Plenos de la Casa Consistorial de Sahagún acogió en la tarde de ayer el acto de reconocimiento a los jóvenes deportistas que, en los últimos días, han conseguido hacerse con el cinturón negro de karate. Se trata de María del Amo Cuenca y Víctor de Prado Quintana alumna y alumno de la escuela de karate de Sahagún -dirigida por el veterano maestro Vicente Santos Llorente- y que consiguieron el cinturón en los exámenes celebrados en Palencia el pasado mes de noviembre. 

 

“Hay dos momentos muy especiales para un karateka. La primera vez que cambian el color de su cinturón”, del blanco al amarillo, la luz del sol naciente, “y cuando consiguen el negro”, la maestría, explica Santos Llorente. “Este tipo de actos, además, resultan un estímulo más para los chavales, para seguir trabajando, especialmente a edades tempranas”, afirma el maestro aludiendo la juventud de sus alumnos: trece años Víctor, iniciado en el karate a los ocho y María, de quince, con casi 10 años de trayectoria en esta disciplina, y que ayer se mostraban muy ilusionados con este pequeño homenaje de la Administración local. 

 

Como ya se ha dicho, los exámenes de la federación castellana y leonesa se celebraron en noviembre en Palencia, con un desarrollo en cuanto a la prueba poco común, ya que se evitó el contacto físico entre los aspirantes, por ejemplo, en las aplicaciones de ataque ‘ippon kumite’, que fueron sin compañero; también los combates, a tres metros de distancia entre karatekas.  Con ellas, prueba teórica, técnicas de defensa, directas, circulares, piernas… para estos pequeños maestros de las artes marciales. 

 

Junto a Vicente Santos, participaron en el reconocimiento la alcaldesa de Sahagún, Paula Conde y la responsable de Deportes, Soraya Bernal.