La concentración parcelaria de la zona ‘Almanza II’ pasa el trámite ambiental

 

El proyecto de concentración parcelaria ‘Almanza II’ que afectará a las poblaciones de La Vega, Espinosa y Cabrera de Almanza (subzona I, 745 hectáreas), Almanza (subzona II, 1.098 hectáreas) y Castromudarra y Villaverde de Arcayos (subzona III, 1.184 hectáreas) ya tiene el visto bueno ambiental por parte de la Junta al no haberse detectado efectos significativos sobre el medio ambiente. 

 

No obstante, sí se contemplan una batería de medidas protectoras, preventivas o correctoras que persiguen, en términos generales, no alterar áreas de interés medioambiental (Red Natura 2000 o Reserva Natural Fluvial ‘Arroyo Rebedul’), patrimonial, (sitio arqueológico de Los Secadales, la iglesia de San Pedro en Cabrera de Almanza o el yacimiento Llombica-Iglesia Vieja), ni cauces o vías pecuarias. 

 

 

El proceso de concentración parcelaria supone una actuación motivada por el interés económico y social que comporta en su área de emplazamiento, al promover unidades de cultivo del mayor tamaño posible, concentrar zonas que en su día quedaron excluidas y acometer las mejoras necesarias en la red de caminos y desagües existentes, derivadas del primer proceso de concentración parcelaria realizada años atrás. 

 

Por otro lado, la incidencia de las nuevas prácticas o formas de cultivo no tendrán efectos ambientales negativos al tratarse de prácticas habituales que se vienen efectuando desde hace años, pues no conllevará un cambio en el tipo de cultivos, continuándose con las rotaciones similares a las que existen en la actualidad. 

 

La incidencia ambiental de las infraestructuras ligadas a la concentración parcelaria será prácticamente nula, ya que en el trazado de las redes de caminos y desagües se ha procurado, en la mayoría de los casos, conservar el trazado existente, estableciéndose nuevos trazados en aquellos casos que así lo requiera la situación y eliminando los que resulten innecesarios.